ENTREVISTA A MILA ROS SALA, PROFESORA TITULAR DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA
HUELLAS DE NUESTRO PASADO. Por Joaquín Pérez.
En la Edad del Bronce, el final de la sociedad del Argar en el sureste peninsular dio paso a un periodo de la Historia poco estudiado hasta los años 80-90 del pasado siglo aunque ahora, ante la revitalización de los estudios sobre la colonización fenicia, retoman un especial significado. Para aportar luz sobre esta “huella de nuestro pasado”, conocida como períodos del Bronce Tardío y Final, nos acompaña Mila Ros Sala, profesora titular de la Universidad de Murcia, arqueóloga y gran conocedora de este proceso histórico.
Muchas gracias por participar en esta sección. ¿Cómo podemos situar cronológicamente a nuestros lectores?
Los tiempos que identificamos como Bronce Tardío oscilaron grosso modo entre 1500 aC y 1350 aC, mientras sus continuadoras del Bronce Final hasta aproximadamente el 600 aC.
¿Qué características definen esta etapa?
Tras el Argar se produjo una reducción poblacional importante, aunque algunas grandes concentraciones y asentamientos menores permacieron habitados y activos, en una reestructuración del poblamiento en los territorios previamente habitados. Este cambio obedeció a nuevas estrategias socioeconómicas, y generó una sociedad más dinámica, menos cerrada en sí misma, que intensificó las relaciones intraterritoriales y con otras sociedades mediterráneas y europeas. Se generalizó la incineración, aunque los espacios funerarios siguieron siendo escenarios de la representación social en una sociedad compleja.
¿Se siguió viviendo en ciudades?
Creo que no se abandona el concepto de gran asentamiento o ciudad, sino que se reduce y concita menos lugares. Los grupos humanos del Bronce postargárico o Bronce Tardío son de menor tamaño que los del Argar, aunque asentamientos como Lorca o el Cabezo Redondo de Villena muestran todas las prerrogativas de sociedades anteriores. A mediados del Bronce Final hay constancia de ciudades amplias, con un urbanismo que ordena sus espacios, aunque no sea ortogonal, como se puede ver en el Castellar de Librilla o en Peña Negra, en Crevillente.
¿Se mantuvieron las relaciones jerárquicas y de poder generalizadas en épocas anteriores?
El poder tuvo sin duda su papel en estas sociedades y en cualquier otra de la Prehistoria reciente, aunque su identificación haya que hacerla sobre otros parámetros sociales, económicos e ideológicos relacionados con una sociedad más clientelar que definirá este período. No parece que las estructuras y jerarquías sociales sufrieran grandes cambios.
¿La economía siguió siendo de subsistencia? .
Si falla la economía primaria, la mas subsistencial, falla todo, lo social y lo económico. Las sociedades del Bronce Final tienen una economía ya claramente de mercado, basada en la acumulación de riqueza sobre materias y objetos de prestigio social, asociados muchas veces a nuevas técnicas de elaboración.
¿Por qué se animó el comercio en este periodo?
La población peninsular, especialmente la del Valle del Guadalquivir y las costas del mediodía peninsular, se convirtió en un mercado atractivo para los comerciantes marítimos, de muy distinta naturaleza y procedencia. Desde el siglo IX aC se constata la intermediación comercial entre el Mediterráneo occidental y el área atlántica con la colonia fenicia de Gadir como promotor principal.
¿Cómo operaban comercialmente los fenicios?
Huelva era ya un emporio comercial en el siglo IX aC, con un modelo comercial que no difería mucho del existente en el Mediterráneo oriental: variado y complejo, con múltiples escalas marítimas e intercambios diversos de productos procedentes de Oriente, pero también de Chipre, Egeo, Sicilia, Cerdeña, Ibiza, norte de África y sur de la Península Ibérica.
¿Qué enclaves destacaron?
En el sureste, tenemos asentamientos costeros como el de Punta de los Gavilanes, en Mazarrón, cuyo estudio arqueológico dirigí, en el que se superponen niveles desde el inicio de la Edad del Bronce hasta época romana, con actividad metalúrgica dirigida a la obtención de plata por fenicios desde principios del siglo VII aC. También en Mazarrón contamos con el importante enclave fenicio de La Isla, del que conocemos los restos de dos pequeñas embarcaciones. La importante colonia fenicia de La Fonteta, en la desembocadura del Segura, datada entre los siglos VIII y VI aC, contiene abundantes restos comerciales, cerámicos y metalúrgicos.
Tras los fenicios, llegaron los comerciantes griegos.
Al sur de Ampurias no se conocen asentamientos griegos, pero la presencia de comerciantes helenos está constatada desde el siglo VI aC, cuando vienen a cubrir el vacio producido por las crisis del proceso colonial fenicio.
¿Mantuvieron los griegos el modelo fenicio?
El comercio griego era más uniforme, centrado en sus propios productos, aunque también se producían intercambios en los dos sentidos. Un ejemplo son los cargamentos de naves naufragadas o la presencia en el foro de Corinto de ánforas que contuvieron salazones, procedentes de las industrias salazoneras y alfareras de las costas del sur de Iberia.
¿Conocemos las creencias de estos pueblos?
No tenemos datos significativos por el momento, pero el contacto con culturas orientales trajo sus cultos, mitos y expresiones artísticas, de los que ha quedado constancia. Los fenicios instalaron en Sevilla, en la antigua Spal, un santuario territorial impresionante, dedicado a Astarte y Baal, y hay datos de la existencia de un templo a Melkart, y espacios de culto a Astarte y Baal en Cádiz, entre otros puntos de la paleodesembocadura del Guadalquivir. Puede que se adscribieran a deidades distintas en épocas sucesivas.
¿En qué momento se puede empezar a utilizar el término íberos?
La sociedad ibérica se va formando progresivamente, desde final del siglo VII o inicio del VI aC., a partir de una cultura propia que incorpora rasgos asimilados del exterior. El VI es un siglo de cambios y la crisis fenicia impulsa la búsqueda de nuevos mercados para las materias primas y para los talleres locales consolidados, de la mano del comercio griego.
¿Cómo pueden profundizar nuestros lectores en el conocimiento de este periodo?
Es muy recomendable ver las embarcaciones fenicias de Mazarrón y parte de su carga, expuestas en el museo Arqua, en Cartagena. El yacimiento visitable más cercano es La Fonteta, en Guardamar.
Mila Ros Sala, Profesora Titular de Prehistoria de la Universidad de Murcia, investigadora de las sociedades de la Edad del Bronce y del Hierro Antiguo asentadas en el litoral y prelitoral murciano.