Salvando la Catedral

De Murcia al cielo, por Carmen Celdrán.

Detalle del friso. Foto: Carmen Celdrán.

Hace tres años escribí un artículo que se llamaba Salvemos la Catedral. Entonces, el  templo fue noticia por la caída de cascotes de la fachada y se encendió la luz de alarma.
Y, aunque las cosas de Palacio, en este caso “Episcopal”, van despacio, por fin ha arrancado la restauración de la fachada barroca de la Catedral y, con ello, las visitas de los profesionales (arquitectos, geólogos, historiadores, biólogos o químicos) para curar esa piedra herida.

A través de la visita guiada de “Los secretos de la fachada”, los murcianos tenemos el privilegio de descubrir los detalles que quedan ocultos a ras del suelo desde un segundo andamio. 

Son siete andamios de treinta y cinco metros de altura que te harán disfrutar de un momento histórico, pues es la primera vez que se restaura la fachada de Jaime Bort, autor también de nuestro puente viejo.

Fachada cubierta con dibujos de Puebla. Foto: Carmen Celdrán.



Visitando la fachada ayudamos a contribuir con una pequeña aportación (la entrada general cuesta 10 euros) para recuperar el imafronte barroco más icónico. El presupuesto de su arreglo es de 1,2 millones y ese gasto corre a cargo del Cabildo catedralicio. La piedra de nuestra Catedral ha sufrido las plagas habituales del paso del tiempo, la inclemencia de los factores ambientales (humedad, sol, aire, lluvia) y también la suciedad, como por ejemplo los excrementos de las palomas. Es curioso que el ave que va asociada a la paz, y que incluso representa al Espíritu Santo, sea un peligro para la conservación del patrimonio.

Según el arquitecto encargado de la restauración, Juan de Dios de la Hoz, se va a intentar luchar contra el anidamiento de las palomas con varios métodos: pinchos, redes, trampas, halcones y sistemas de ultrasonido.

San Pablo. Foto: Carmen Celdrán.

Con la visita a la fachada-retablo, tenemos la suerte de poder observar de cerca el conjunto armonioso donde 20 esculturas de santos, un Ángel de la Guarda, tres Arcángeles y los Misterios de la Virgen, han sido testigos de la historia de Murcia. 

No voy a desvelar ningún secreto de la Catedral. Lo que sí os digo es que si el Principito viviera en Murcia estaría contento de que nuestro skyline dentro de unos meses sea más bello con la fachada barroca restaurada. Ya solo faltaría poner en valor la antorcha de la huerta: Monteagudo.

Carmen Celdrán. @CarmenCeldran

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