Retrato de Don Antonio Clemares, obra de José Sánchez Lozano

ARS CASINO. Por Loreto López.

Una nueva donación, gracias a la generosidad de la familia Ceño-Clemares, incrementa el patrimonio artístico del Real Casino de Murcia: el retrato de don Antonio Clemares Valero, realizado en 1929 por José Sánchez Lozano, cuya firma y fecha aparece incisa en el modelado de la zona inferior del lateral derecho del espectador.

José Sánchez Lozano (Pilar de la Horadada, Alicante, 1904-Ibidem, 1995) realiza este modelado en escayola patinada, de gran realismo, con apenas veinticinco años, cuando despuntaba a pesar de su juventud como escultor retratista, pues de ese mismo año son los bustos de Alfonso y José Luís Pasqual del Riquelme, hoy en la colección del Conde de la Granja (Orihuela), y un autorretrato.

A los doce años se trasladará desde su localidad natal a la capital murciana para continuar sus estudios, aunque un año después se desplaza a Madrid, donde entra como discípulo del gran escultor murciano José Planes durante cuatro años.

Sánchez Lozano realiza este modelado en escayola patinada, de gran realismo, con apenas veinticinco años, cuando despuntaba a pesar de su juventud como escultor retratista

Gracias a una beca, ingresa en la Escuela de Artes y Oficios y Bellas Artes en Barcelona, donde permanece hasta 1928 en que retorna a Murcia y casi de inmediato realiza las obras anteriormente mencionadas.

Tras la contienda civil, Sánchez Lozano se especializa como imaginero y restaurador de escultura religiosa, trabajo fecundo por el que será especialmente reconocido en todo el Levante, con numerosísimas piezas dentro de la más pura tradición barroca salzillesca.

Sus numerosos encargos para cofradías e iglesias hacen que sean escasas las obras profanas de este autor, al que añadimos a la ya larga lista de nombres de artistas relacionados con nuestra ciudad, donde José Sánchez instaló taller tempranamente y profesor de su Escuela de Artes y Oficios entre 1945 y 1955. Siendo pues la obra menos conocida de nuestro escultor, destacamos entre ellas:  el Busto de la Emperatriz Isabel de Baviera (1953), en el Huerto del Cura (Elche); Monumento al Maestro Álvarez Alonso (1966) en la plaza del Rey de Cartagena; Monumento al Maestro (1966) en el parque Torres de Cartagena; Busto del Canónigo Hidalgo (1966) para Callosa de Segura (Alicante); La Bella Camargo, en la Colección viuda de Onofre Molino o el Busto de Ignacia de Pano cuando niña (1974) en la Colección de la familia de Pano.

En reconocimiento a su prolífica producción, de indudable calidad técnica, recibió entre otros la Medalla de Oro de la Academia Italiana de Arte y Trabajo (1980), el Laurel de Bellas Artes de Murcia (1982) o la Medalla de Oro de la Société Academique d’Education et d’Encouragement de Paris (1986), siendo nombrado caballero de la Honorable Orden Ducal de San Antón de Orihuela.

Por otra parte, la importancia para el Real Casino de Murcia del retrato de Don Antonio Clemares Valero (Murcia, 1880- 1933) radica en que este ilustre murciano fue presidente de esta institución desde el 2 de junio de 1921 hasta el 30 de diciembre de 1923, cuando aquejado por graves problemas de salud abandona el cargo.

Paralelamente, siendo además presidente de la Sociedad Aguas de Santa Catalina, don Antonio Clemares había sido elegido alcalde de Murcia en la sesión del 1º de abril de 1922, por entonces joven abogado perteneciente al partido conservador de don Isidoro de la Cierva, cargo en el que cesó un año después por las mismas causas. Pero su actividad cívica y política no se interrumpe, siendo más tarde presidente de la Diputación, miembro de la Junta de Hacendados y comisario regio de la Escuela de Comercio.

Su delicada salud hacía que pasara temporadas estacionales en su hermosa finca de San Pedro del Pinatar, Villa Teresa, en honor de su difunta esposa doña Teresa Ruiz Almansa, fallecida prematuramente en 1909. De estos desplazamientos y de los eventos de la familia Clemares-Ruiz da buena cuenta la prensa local del momento.

Del mismo modo que se hizo extenso eco de su fallecimiento, con apenas 53 años, el 30 de diciembre de 1933, en su domicilio de la calle Pinares nº6. Las simpatías y el afecto de sus conciudadanos se ven reflejados en el largo panegírico funeral, del que extraemos este fragmento:

“Era el señor Clemares de esos hombres, que por la afabilidad de su trato se ganan la voluntad de cuantos le tratan, un corazón generoso, siempre dispuesto para aquellas obras, que por caridad, o por beneficio social, necesitaban de su humanitario concurso” (El Tiempo, 31 de diciembre de 1933)

Elogiando además de su buen talante, su gran cultura y el apoyo hacia los más necesitados, artistas y literatos.

Del corto pero intenso periodo de tiempo que duró su presidencia en el Real Casino queda como testimonio, además de algunas obras de mejora en el acceso por la entonces calle Lucas, hoy de Radio Murcia, y la escalera junto a este, la finalización de las obras del Tocador de Señoras, la deliciosa bombonera del edificio, inaugurado al día siguiente de su cese.

En ese periodo el Casino participó con una espléndida carroza titulada “Templete” en el Coso Blanco de las Fiestas de Primavera, obteniendo el segundo premio, así como en los homenajes por el centenario del nacimiento del poeta José Selgas y al político Juan Antonio Perea; haciendo además una donación de 43 ejemplares a la incipiente biblioteca de la Facultad de Derecho y adquiriendo, para el uso de la biblioteca propia, las obras de Jara Carrillo “Costumbres Huertanas”.

Loreto López. Historiadora y restauradora.

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