Entre Calnegre y calblanque

TOPONIMIAS MESTIZAS. Por Santiago Delgado.

Es notoria peculiaridad deber el topónimo propio a los piratas. Eso es lo que pasa con estos dos enclaves marítimos de la costa murciana, que abarca desde Cabo de Palos hasta casi mitad de camino entre Águilas y Mazarrón. Ambos son nombres puestos desde el mar. Y son catalanes; o, con más precisión, mallorquines. Y con precisión milimétrica; ibicencos. Sí, los piratas ibicencos. Pescadores en paro y sequía de peces. Los ha habido en todas partes, nadie se asuste. En Cartagena misma, los hubo. En 1504 o por ahí, una escuadra genovesa persiguió a un corsario cartagenero, hasta el mismo puerto de la ciudad departamental, que entonces no lo era, y bombardeó la ciudad. Qué cabrones. Veinte años más tarde, Génova fue del Imperio y su armada pasó a servir al Cesar Carlos, nuestro Carlos V de toda la vida. No hay que rasgarse las vestiduras. La Historia es la Historia, corso e ricorso, que dijo aquél.

Calnegre

En Mallorca vivían los cartógrafos Cresques, judíos sabios portulaneros. Los piratas antedichos fueron los que le dijeron al Cresques de entonces, que había un punto de playa blanca nada más trasluchar Cabo de Palos hacia abajo, y que luego tantas millas hacia poniente, había un punto negro en la costa. Y que ellos los llamaban Calblanque, al primero, y Calnegre al segundo. Y que ya no iban más allá porque eran  mares de moros. También los piratas usaban de la prudencia. Buenamente, el Cresques sabio, tomó nota y los fijó en el mapa, cartulano que se decía entonces.

Claro, Cresques y los piratas pronunciaban Calblanca y Calnegra. Pero eso no lo sabían los castellanos que heredaron los mapas, y así, leyeron en castellano, lo que estaba escrito en catalán/mallorquín/ibicenco. Y es por eso que de esa manera lo decimos ahora, y talmente se sigue pronunciando. Hay a quien no le gusta deber el topónimo a piratas. Pues que diga Cala Blanca y Cala Negra. Nadie le va a entender, pero si es su gusto, allá él, o ella. Para mí es un pegote tener topónimos de otra lengua en mi tierra. Significa el cruce de culturas y eso, que tiene muy buena prensa hoy en jour.

Calblanque.

Yo hace mucho tiempo que no voy por Calblanque. Justo desde que los hijos de vecino lo descubrieron y pusieron autobuses hasta la misma arena. Y sombrillas. Una cosa muy postmoderna, que ya no me gustó. Y ahí sigo. Con Calnegre todavía no pasa eso en tal grado, pero su pulpo asado, con sus pataticas colorás, siempre me van a atraer. Pero no lo cuenten que igual se calblanquea y se xodió el invento

Con Dios.

Santiago Delgado. @sanmadelmar
2 comentarios en «Entre Calnegre y calblanque»
  1. Santiago, conocí esos dos puntos de playa con vosotros, hace muchos años, comimos en algún sitio cerca pero no recuerdo el nombre. Entonces no habían llegado todavía los hijos de vecino. Siempre se aprende con tus artículos

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