«PODEMOS Y DEBEMOS SEGUIR SIENDO NIÑOS»

ENTREVISTA A LORENA MORENO

MÁGICAS PALABRAS. Por Consuelo Mengual.

Sorprende y agrada Lorena Moreno por su dulzura y madurez en nuestra conversación sobre su último libro infantil “La última función de Ignotus el hipnotizador” (Madrid, Anaya, 2018). De formación jurídica y periodística, no ha dudado nunca que su camino era la literatura y la investigación cultural desde que a la edad de 16 años fue Premio Jordi Sierra i Fabra con su primera novela “Las redes del infierno”. Este escritor no ha dejado de ser un referente en su obra. El paralelismo con su novela “El club de los raros” lo observamos por la proximidad en el tratamiento de temas infantiles en torno a aquellos niños excluidos por ser distintos a los demás. Tiene una forma muy original de hablar de la esperanza, ya que a pesar de ser un tema tan manido, tan poético, ella consigue expresarlo como si nadie antes lo hubiera hecho, como si fuese la primera vez, con su luz propia.

¿Qué elementos de Jordi Sierra i Fabra pueden estar también en su novela?
Los temas que se viven en la escuela, como el acoso por ser “raro”, un bonito nombre que él utiliza para fortalecer a las personas que son diferentes (tartamudos, disléxicos, con gafas, etc.), que se unen entre sí y ven como poco a poco los demás niños populares quieren unirse a ese club, buscando, incluso, sus propias rarezas, hasta que el niño más fuerte, que a todos tenía atemorizados, queda solo y pide formar parte del club. Todos tenemos algo particular, destacando lo mejor de cada uno.

¿Podemos seguir siendo niños?
Sí, creo que podemos y debemos hacerlo, es sano para la persona adulta. El  contacto con su nieto le hace al abuelo estar sintiendo curiosidad y vivir nuevas aventuras. Conectar con lo nuevo es típico de niños y hace disfrutar más de la vida a los adultos.

Cuando somos niños ¿nos culpan de muchas cosas?
Los niños están explorando cosas nuevas. Nico, ante sus observaciones, cree que plantando a su hermana Carlota en una maceta y regándola la hará crecer para que pueda jugar con él. Esos descubrimientos se pueden torcer y derivar en trastadas a pesar de que para ellos pueden ser lógicas. Pero los mayores las vemos desde otra perspectiva.

¿Cargamos siempre la responsabilidad en el hermano mayor?
La responsabilidad es realmente de los padres, el niño aprende de la vida, pero es verdad que sí lo es respecto a los hermanos más pequeños, por ser más cercanos en edad y por tener una voluntad de enseñar y jugar con ellos, corregirles, ayudarles. A mí me pasaba con mi hermano pequeño, en los recreos acudía a su patio para ver que estaba bien y darle un beso.

¿Siempre hay un niño que abusa de otro en el colegio?
Normalmente son niños decepcionados con algo y lo vierten con el débil. Hay que tener valor para que un niño lo cuente o ayude al que sufre el acoso porque se enfrenta a la fuerza del que abusa. Es más fácil estar de parte del fuerte y no apoyar al que lo necesita. La unión hace la fuerza, como en “El club de los raros”. Hay que ir inclinando la balanza a favor del que necesita ayuda.

¿Hay miedo a contar que se sufre acoso?
Es el silencio de quien piensa que si le ocurre esto es porque algo malo habrá hecho. Cuando se produce el proceso de cambio de ser el chico popular fuerte que va cayendo hasta sentirse víctima, solo cuando se está en la piel del otro, se puede sentir lo que verdaderamente se sufre.

Tratas también la convivencia en un mismo hogar de distintas generaciones.
Es extraordinario por la diferencia en los tiempos de cada uno, es enriquecedor, transmite valores, historias y vidas pasadas para los jóvenes que no las conocieron. Es una forma de transmitir identidad. Y, a su vez, los niños enseñan lo nuevo.

La ausencia del padre ¿es intencionada?
Su falta enfatiza la idea de la dificultad de la madre para educar ella sola a sus dos hijos y genera una reflexión sobre la falta de una conciliación familiar necesaria. Ello pone de relieve el papel de una madre sobrecargada de trabajo, corriendo de un lado a otro, ante un niño que se siente desplazado.

¿Detrás de cada persona siempre se esconde algo de magia?
Cada uno tenemos un talento oculto, algo que nos hace especiales y podemos desarrollar. La magia es algo que siempre me ha atraído.

¿Utiliza la hipnosis como un guiño a una sociedad dormida ante la realidad?
Es una forma de verlo, una mirada desde una lectura adulta. Lo más fácil es vivir cómodamente, enchufar la televisión antes que ir a crear o inventar.

La literatura infantil se detiene en pequeños instantes, momentos o anécdotas ¿con qué intención?
El detalle dibuja al personaje. Me gusta contar anécdotas del pasado que no son decisivas en la trama pero que te acercan a él.


«CADA UNO TENEMOS UN TALENTO OCULTO, ALGO QUE NOS HACE ESPECIALES Y PODEMOS DESARROLLAR»


¿Por qué escribir para niños?
Me divierte, es una literatura muy colorida, variada, llena de valores, una forma de compartir mis historias ante lectores exigentes. Es una gran responsabilidad que disfruten y engancharles a la lectura. Cuando han encontrado el libro que les gusta, este le lleva a otros muchos libros.

También hay una crítica a la televisión basura.
La televisión hipnotiza a los niños, que no tienen filtros, son directos y copian palabras y gestos de esos programas que no son apropiados.

Se percibe un toque de humanidad en clave de ayuda.
A veces es difícil salvarnos por nosotros mismos, no nos atrevemos a pedir ayuda, creemos que podemos con todo. Pero siempre hay alguien en nuestro círculo que nos ayuda.

El esfuerzo como medio para cumplir los sueños ¿sería su lección?
La constancia es necesaria para asimilar las cosas. Hace falta curiosidad por todo. El esfuerzo hace que las cosas se asimilen, una memoria a largo plazo que nos recompensa. Las cosas más difíciles son las que más valen la pena.

La enfermedad del olvido está presente.
Hay temor a olvidar, tristeza por no recordar, por no poder vencer esa enfermedad, por olvidarse de los que se quiere. Perderse por y en el olvido. Es algo que hay que tratar de forma respetuosa. Muchos familiares tienen que convivir con esta enfermedad y sufren con ella.

¿Necesitan los niños a alguien a quien admirar?
Modelos buenos, que además van cambiando conforme crecemos. “Valora a tu madre”, le dice el abuelo a su nieto, porque las personas más cercanas a nosotros son los mejores referentes, hacen más por ti que cualquier héroe imaginativo.

Un cuento infantil ¿siempre ha de terminar bien?
No siempre, a veces se edulcora, como en las fábulas, que son ejemplarizantes. Pero sí, es verdad que debe haber un enfoque esperanzador, emocionante.

Invito a niños y mayores a entrar en esta hipnótica historia y a darnos cuenta de que, hasta que no aprendamos a reírnos de nosotros mismos y consideremos que lo normal es que todos seamos “raros”, habrá quien intente camuflar sus defectos haciendo burlas de aquellas personas que son diferentes.


Consuelo Mengual

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