«PARA SER CREATIVO NO TE PUEDES DEJAR LLEVAR SÓLO POR LA LUCIDEZ»

MÁGICAS PALABRAS. Por Consuelo Mengual.

José Antonio Jiménez-Barbero, escritor y profesor en la Universidad de Murcia (antes policía y enfermero), retoma a sus detectives murcianos, Augusto Salas y Carmen Reverte, y los traslada a los mágicos lugares de la ciudad de Granada para descubrir el asesinato de un catedrático en La Facultad (Dokusou Ediciones, 2021), narrando una historia de intriga policiaca y psicológica que podría estar inspirada en Los relojes, de Agatha Christie, por el empleo de hipótesis con coherencia y lógica, la observación, la experiencia y los pequeños detalles para resolver el enigma, llevando al lector hasta el extremo para saborear el final.

“Cuando alguien deja de ser estudiante es porque nunca lo ha sido”, reflexiona en su dedicatoria.

Ser estudiante va más allá de cursar una carrera y finalizarla para conseguir un empleo. Forma parte inherente de la persona el mantenerse a lo largo de la vida formándose, no hay que estar de paso. En cierta medida, todos somos estudiantes porque siempre vamos aprendiendo e integrando conocimientos nuevos.

Como autor que conoce al ser humano, ¿le interesa la idea del alma desviada?

Mi formación psicológica como enfermero de Salud Mental me ayuda a hacer vivos los personajes, a ser capaz de reflexionar e interpretar las emociones y reconocer los sentimientos de los demás para plasmarlos en las novelas. Las personas con trastorno mental tienen un problema grave porque es una enfermedad. Ellas tienen las mismas virtudes que los demás, pero, debido a alguna alteración, esos valores, no se manifiestan de la forma adecuada, no encajan dentro de lo normal. Si no existiera la palabra normal, nada de esto pasaría, porque pensaríamos en términos de diversidad.

¿Qué sería la excelencia académica por contraposición a la idea de mediocridad que ronda en la novela?

Es un concepto que se atribuye a aquellas personas que consiguen los mejores logros, lo máximo, pero participando de la vida universitaria, de la investigación, de la docencia, del voluntariado, del buen trato con los profesores y alumnos.

Pero también llega la corrupción a la Universidad.

Bueno, yo estoy bastante desencantado con el hombre. Hay muchas personas honradas, pero cuando se pone al alcance la tentación, la posibilidad de realizar un acto del que lucrarse sin ser descubiertos, se tiende a ello. Lo podemos ver en cómo se plagian las ideas, o en la jerarquía académica, por ejemplo.

A pesar de mi desencanto, estoy convencido de que todos tenemos un fondo de bondad

La indiferencia ¿es un modo de achicar al otro?

Es una forma de acoso muy dañina. Mi línea de trabajo va sobre el acoso escolar. Se da agresión física, verbal, intimidación psicológica (tratar de deteriorar la autoestima) y aislamiento o exclusión (no tener red de apoyo).  Si nadie me valora, al final interiorizo el hecho de que es verdad y quedo en soledad.

“La gente malvada lleva el sufrimiento consigo. Es como una enfermedad”. “La maldad atrae a la maldad”.

Hay personas que desarrollan una forma de ser egocéntrica, sólo le importan sus propios intereses, son verdugos y víctimas a la vez, porque van arrastrando sufrimientos ¿Cómo se descubre a un psicópata? Viendo lo que deja alrededor: ruina, daño, perjuicio, etc., porque sólo quiere conseguir sus propios objetivos independientemente de sus actos. Pero la maldad puede existir también al margen de la psicopatía. Todos somos narcisistas y, dependiendo de la acentuación de ese rasgo, somos más o menos malos. La maldad no es un rasgo psicológico, es un concepto abstracto. Se define en base a esos rasgos de personalidad, cuando se perjudica al otro por narcisismo, egoísmo, egocentrismo.

¿Qué es el estrés postraumático?

Es un trastorno a consecuencia de sufrir un acontecimiento importante muy estresante que no se puede superar con las propias herramientas y se revive continuamente esa situación. En la investigación criminal se utiliza para predecir las conductas, el porqué de lo que pasará a continuación, anticipa los actos del delincuente y se pueden averiguar sus motivaciones.

Cuántos secretos guardamos, ¿verdad?

Vivimos en sociedad, pero tenemos necesidad de mantener cosas para nosotros mismos por identidad, por no dañar a otros, para diferenciarnos del resto, por salud (que es algo íntimo), por no dar pena, por ser débiles…

¿Cree que hay personas tóxicas?

Estoy convencido, existen de forma involuntaria a veces. Su único objetivo es conseguir sus logros sin tener en cuenta a los demás. A la hora de dar algo espiritual les cuesta y absorben lo de los demás. Pueden ser silenciosas, indirectas en sus comentarios, falsas, pero van hiriendo a los demás. Te dejan una carga negativa, te notas deprimido cuando estás con ellas. Pero también están las personas que desprenden carisma y energía positiva, que les gusta el mundo, cómo son los demás y actúan con generosidad.

“A veces los locos resultan más interesantes que los cuerdos”

Hay unos rasgos de personalidad que están en los extremos: el psicoticismo y la lucidez. Los artistas están más cerca del primero porque para ser creativo no te puedes dejar llevar sólo por la lucidez.

¿Vivimos en un mundo de falacia?

A veces, como contribuyentes, exigimos mejores servicios, pero cuando nos dicen que debemos pagar por ellos preferimos no hacerlo y quedarnos con la mentira de que no está todo tan mal.

¿Cómo entender la idea de un “universo de espejismos”?

Los psicóticos viven con el juicio alterado sobre la realidad. Ellos son incapaces de distinguir lo que es real de lo que no lo es, por eso viven en un mundo de espejismo. Son enfermos, con alucinaciones y delirios. Pero un psicópata es el antisocial que sufre un trastorno de personalidad.

El policía magrebí que llegó en patera dice: “Quizá sólo necesitamos escucharnos un poco más a nosotros mismos y menos el ruido que produce el mundo”.

A pesar de mi desencanto, estoy convencido de que todos tenemos un fondo de bondad. Lo malo procede a veces de la indiferencia extrema. Si nos centráramos en valorarnos y escuchar las necesidades de los demás, todo sería mejor. Esa es la gente positiva.

Como ocurre en Agatha Christie la novela transmite el mensaje de que en un minuto la vida puede cambiar.

Es verdad. Por un lado, quise hacer cambios de ritmos, de cosas creíbles. Utilicé el hecho real de que a todos nos puede pasar algo en cualquier momento que nos cambie. Ahí tenemos al nuevo volcán en La Palma y ahora el mundo es otro para todas las personas que lo sufren. El ser humano tiene resistencia suficiente para soportar los problemas, pero el duelo por las pérdidas hay que pasarlo necesariamente.

La maldad no es un rasgo psicológico, es un concepto abstracto

Cuando se está cerca de las cosas, ¿resulta difícil darse cuenta de los detalles? Así ocurre con las obras de arte.

La sociedad actual ha perdido la capacidad de ver los detalles. Cuando estamos cerca de algo no nos concentramos en ello. Debemos pararnos y contemplar las cosas.

¿Qué importancia tienen los métodos deductivos e inductivos en la novela policiaca?

He ido aportando pistas sin hacer trampas, como Agatha Christie, de quien he leído todo, para que el lector tenga todas las herramientas y llegue a la solución. Suelo dejar algún detalle sin resolver porque la realidad es así también, todo no puede encajar siempre.

-Una cosa es evidente -dijo-. Debe tratarse de un crimen muy simple.

-¿Simple? – repetí desconcertado.

-Naturalmente.

-¿Por qué tiene que ser simple?

-Por una razón: su compleja apariencia.

Los relojes, Agatha Christie, 1890-1976

Consuelo Mengual @Aladas_Palabras

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