Los primeros agricultores y las sociedades complejas

HUELLAS DE NUESTRO PASADO. Por Joaquín Pérez.

Tras repasar en números anteriores la prehistoria y el arte del periodo paleolítico en nuestra región, nos adentramos hoy en una nueva ‘huella de nuestro pasado’: el Neolítico y Calcolítico. Nos guiará en este recorrido Joaquín Lomba Maurandi, profesor titular de Prehistoria la Universidad de Murcia y especialista en esos períodos.

Enterramiento de Camino del Molino (Caravaca).

¿Cuáles son las principales características que diferencian el Neolítico de periodos anteriores? El Neolítico es un antes y un después. Se pasa de pequeños grupos depredadores, de cazadores-recolectores móviles a comunidades mayores, sedentarias, productoras de alimentos, con agricultura y ganadería, más complejas socialmente. Es el principio de todo: nosotros somos bastante neolíticos.

También cambian los utensilios. Aparece la cerámica para cocinar, almacenar y consumir alimentos, facilitando el procesado de los cereales. También los molinos de mano y los útiles de piedra pulimentada, más resistentes y duraderos que los tallados.

Joaquín Lomba Maurandi, Profesor de Prehistoria de la UM, buen conocedor de nuestra Prehistoria, ha centrado sus investigaciones en los restos neolíticos y calcolíticos de la región, además de importantes aportaciones al arte rupestre paleolítico y postpaleolítico.

¿Cómo afectan estos cambios al territorio? Ahora, los grupos enriquecen su entorno, lo ocupan y dominan. En ese espacio se produce una apropiación simbólica del paisaje mediante el arte rupestre, ubicado en lugares singulares, desde los que se otea un gran paisaje, marcando territorios o vías de paso.

La neolitización ¿es un cambio adaptativo o un cambio social? Hoy se acepta que su origen se encuentra en un cambio social, que se inició en el Próximo Oriente, entre 10.000 y 9.500 a.C. (antes de Cristo). A las costas peninsulares llega alrededor del 6.000 a.C., mediante pequeños grupos que interactúan con las poblaciones autóctonas.

¿Cuál es el resultado de estas interacciones? Los colectivos locales que se neolitizan aumentan su población. Así, el material genético de los recién llegados se expande y, en relativamente poco tiempo, apenas queda rastro de las poblaciones originales. El mestizaje es un factor intrínseco a los pueblos mediterráneos desde la Prehistoria. En torno al 3.200 a.C. las sociedades de esta zona se han hecho ya sedentarias y complejas y los grupos de cazadores-recolectores son residuales.

¿Qué restos de esta época se han encontrado en la Región? Lo más antiguo es un fragmento de cerámica cardial encontrado en Los Grajos (Cieza) datado en 5.200 a.C. Otros yacimientos son el Hondo del Cajitán (Mula), con cerámicas impresas del 4.500 a.C. o La Serreta (Cieza), de un Neolítico más avanzado.

Cerámica campaniforme de Peñas de Béjar (Lorca).

El siguiente periodo es el conocido como Calcolítico. El Neolítico final o Calcolítico, entre 3.500 y 2.200 a.C., muy potente en nuestra región. Se han excavado poblados fortificados como el Cabezo del Plomo (Mazarrón) o con cabañas semiexcavadas y silos como en Campico de Lébor (Totana), La Salud (Lorca) y otros yacimientos en Lorca, Caravaca o Archivel.

¿Cómo son sus enterramientos? Se sitúan en el exterior de los poblados, marcando así el territorio, y suelen ser colectivos, enfatizando pertener a un grupo. Son frecuentes en cuevas al este del río Segura, como en Alicante, pero hay también megalitos como en Almería, y fosas. Son megalitos conocidos Murviedro o La Tercia (Lorca), el dolmen de Bagil (Moratalla), los del Cerro Negro (Zarcilla de Ramos) o los del Cabezo del Plomo (Mazarrón), siempre al oeste del Segura.

¿Cuentan estas comunidades con tecnología metálica? Conocen el cobre, pero no tiene un uso cotidiano, sino como elementos de prestigio y gran valor.

La cultura campaniforme se extendió por Europa en el Calcolítico Final ¿Cómo afectó a las poblaciones de la región? Las sepulturas empiezan a contener ajuares singulares que diferencian a los individuos, con puntas Palmela y puñales de lengüeta en cobre, objetos de marfil y una espectacular cerámica decorada, algo común a extensas zonas de Europa. Y hay más violencia que en periodos anteriores.

Enterramiento megali´tico del Cerro Negro (Zarcilla).

¿Qué interpretación se da a estos cambios? Sobre 2.400 o 2.200 a.C. el Calcolítico alcanza su cénit y se vislumbra un cambio social, a mayor complejidad. Enterramientos como los de Blanquizares (Totana) y Camino del Molino (Caravaca), este último con 1.300 individuos, el más numeroso de la prehistoria europea, son fiel reflejo de esta situación, que anticipa la Edad del Bronce, con una modificación completa del registro y fuertes influencias centroeuropeas y del Este del Mediterráneo.

Los lectores de RCMagazine que tengan interés en visitar yacimientos o en conocer las piezas recuperadas ¿dónde pueden dirigirse? La Serreta (Cieza) y el Cabezo del Plomo (Mazarrón) son yacimientos visitables de gran interés. Los mejores materiales calcolíticos están en el Museo de Lorca que cuenta, entre otros, con los materiales de la Cueva Sagrada, expoliada en los 80, que incluye un traje de lino único en Europa. Y en el Museo de Almería se encuentran los materiales de Blanquizares de Lébor (Totana).

Joaquín Pérez Egea.

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