EL TROTAMUNDOS DEL CASINO. Por Eliseo Gómez Bleda.
Después de varias visitas a esta maravillosa ciudad, siempre he sentido la misma sensación a la llegada: la de estar en un museo inmenso a cielo abierto. A cualquier rincón, calleja o plaza merece la pena dedicarle unos minutos y observar el entorno detenidamente, sin prisas.
Sin duda, yo creo que en cada viaje a Florencia sufro el famoso síndrome de Stendhal, también llamado “síndrome de Florencia”. Los síntomas de esta enfermedad son: dolor de cabeza, palpitaciones, temblor, confusión, vértigo, etc. y se produce cuando una persona está expuesta a obras de arte particularmente bellas y en gran número en el mismo lugar. Y eso le ocurre en Florencia a muchos visitantes, sobre todo cuando entran en la Galería de los Uffizi. Florencia cuenta con la mayor concentración de obras de arte del mundo, y recibe turistas desde hace 500 años.
FLORENCIA CUENTA CON LA MAYOR CONCENTRACIÓN DE OBRAS DE ARTE DEL MUNDO
Para empezar a conocer la ciudad, primero debemos decidir si queremos hacer el recorrido “por su alma o por su tripa” (Catedral o Mercado). Nosotros empezaremos nuestra ruta por su alma. Si podemos destacar algo entre tanta belleza, será indudablemente el “Duomo”, o sea la Catedral Basílica de Santa María de la Fiore, que es la sede episcopal de la Archidiócesis de Florencia.
Obra maestra del arte gótico y del Renacimiento italiano (1296), el Duomo es uno de los edificios más grandes de toda la cristiandad. Cuando se terminó era la iglesia más grande de Europa y tenía una cabida de 30.000 personas. En la actualidad solo es superada por la basílica de San Pedro de Roma, la catedral de San Pablo en Londres y las catedrales de Sevilla y Milán.
Hay que destacar su grandiosa cúpula, realizada por Brunelleschi, donde se utilizaron más de cuatro millones de ladrillos. El peso de la cúpula es de unas 37.000 toneladas. Si queremos tener una preciosa vista de la ciudad, tendremos que subir 464 escalones hasta su linterna octogonal. Bellísima es la policromía de los mármoles con la que está construida, el rojo de Siena, el blanco de Carrara y el verde de Prato.
EL DUOMO ES UNA OBRA MAESTRA DEL ARTE GÓTICO Y DEL RENACIMIENTO ITALIANO. ES UNO DE LOS EDIFICIOS MÁS GRANDES DE TODA LA CRISTIANDAD
La plaza del Duomo está formada por la Catedral, la torre del Campanil, más conocida como el Campanario de Giotto, y el Baptisterio de San Giovanni.
En el Baptisterio podemos admirar sus puertas doradas, las más famosas son las “Puertas del Paraíso “, llamadas así por Miguel Ángel al ver su gran belleza. Están situadas en el lado este, frente al Duomo. Su constructor, Ghiberti, tardó 27 años en construirlas. Son de bronce y muestran escenas del Antiguo Testamento. En el año 1990 se retiraron las puertas auténticas para preservarlas del deterioro.
Ya que estamos en la plaza del Duomo, debemos tomarnos un magnifico café con pasteles en el antiguo bar Scudieri y disfrutar de una maravillosa vista.
Cerca de la plaza del Duomo, siguiendo la calle Cerratani, llegamos a la imponente basílica de San Lorenzo, que era la iglesia favorita de los Médicis y que fue construida en el año 1000. En su interior hay verdaderas joyas, como la Sacristía vieja de Brunelleschi o la Sacristía nueva de Miguel Ángel.
EL MERCADO CENTRAL ES EL MÁS GRANDE DE FLORENCIA. ESTÁ CONSTRUIDO CON HIERRO Y CRISTAL Y TIENE DOS PISOS DONDE PODEMOS ENCONTRAR UNA GRAN VARIEDAD DE PRODUCTOS
Nos encontramos cerca del famoso Mercado de San Lorenzo, uno de los más antiguos de Florencia y donde diariamente en sus puestos podemos admirar sus excelentes artículos de cuero de la Toscana, bolsos, carteras o zapatos.
A pocos metros está el Mercado Central. Se trata de un mercado cubierto, que se construyó en el siglo XIX y que sustituyó al antiguo mercado viejo, que se derribó, para poder albergar la Plaza de la Republica. Es el más grande de Florencia. Está construido con hierro y cristal y tiene dos pisos donde podemos encontrar carnes, pescados o quesos en su planta baja, y frutas, verduras, pan o flores en su planta alta. También posee un gran espacio para comer productos cocinados en el propio mercado.
Siguiendo en dirección al río Arno, llegamos a la plaza de la Signoria, corazón de Florencia. Allí admiramos el Palacio Vecchio, construido en el siglo XIII, que hoy alberga el Ayuntamiento. A pesar de su aspecto de fortaleza, en su interior hay varias estancias llenas de pinturas y esculturas de los artistas más importantes del Renacimiento. Destaca especialmente el salón de los Quinientos, con frescos de Miguel Ángel.
Existe una leyenda que os quiero contar, ocurre las noches de luna llena, en la plaza de la Signoria: la estatua de Neptuno revive a media noche y conversa con las demás estatuas que hay en la plaza.
En una de las esquinas de la plaza, está la entrada a la famosa Galería de los Uffizi (1560), el gran templo del arte de Florencia. La galería es en sí misma una obra de arte, que contiene, a su vez, infinidad de otras maravillosas obras de arte, realizadas desde el siglo XII al siglo XVIII. Es imprescindible reservar la entrada por internet.
Es una buena idea que al salir de nuestra visita a los Uffizi, de nuevo en la Plaza de la Signoria, nos sentemos cómodamente en la terraza de la Chocolatería Rivoire, en la que desde el año 1872 un montón de artistas buscan la inspiración, contemplando la plaza y sus diversas bellezas.
LA GALERÍA DE LOS UFFIZI ES EN SÍ MISMA UNA OBRA DE ARTE, QUE CONTIENE, A SU VEZ, INFINIDAD DE OTRAS MARAVILLOSAS OBRAS REALIZADAS ENTRE EL SIGLO XII Y EL XVIII
En Florencia también se come bien, os voy a recomendar unos cuantos platos de su cocina, como la “bistecca a la florentina”, que es un chuletón de ternera, como mínimo de un kilo de peso, que se hace a la parrilla con brasas de castaños. Recomiendo acompañarlo con un buen vino de Chianti.
También es muy famosa la sopa “ribollita”, una sopa de pan y verduras. En el restaurante en el que la probé, “Trattoria Casalinga”, había un cartel que decía Per favore se prega anulare el cellulare, para no disturbare la ribollita. O sea, que apagues los móviles para no perturbar la cocción de la sopa.
Otro restaurante muy típico y auténtico es “Trattoria Le Mossacce”, donde tomamos “trippa”, que son una especie de callos. También tienen muchos platos típicos de la Toscana.
Igualmente os encantará “Signorvino”, es un poco más fino, situado a escasos metros del Ponte Vecchio, a orillas del Arno. Desde su terraza hay unas vistas preciosas.
En Florencia también son amantes del “aperitivi” que se estila mucho en el norte de Italia. Normalmente es de 18 a 21 horas. Consiste en pedirse una bebida y poder picar en una especie de buffet, sin coste. También lo llaman “apericena”. Los mejores sitios son los bares: Oibo, Gallery, Cabiria y el Rifrullo.
La mejor época para viajar a Florencia es en primavera y en otoño, para poder tener una buena temperatura y disfrutar de tanto arte. Una pena que no podremos ir desde nuestro nuevo aeropuerto a Florencia, para que sea el vuelo directo tendremos que ir a Madrid.
LA GALERÍA DE LA ACCADEMIA ES OTRA VISITA OBLIGADA, SU PRINCIPAL ATRACTIVO ES CONTEMPLAR LA OBRA MAESTRA DE MIGUEL ÁNGEL, SU DAVID
Después de estos consejos para la “tripa”, volvemos al “alma” de Florencia.
La Galería de la Accademia es otra visita obligada, uno de los museos básicos de la ciudad. Su principal atractivo es contemplar la obra maestra de Miguel Ángel, su David (1504). En el año 1872 se trasladó de la Plaza de la Signoria a la Galería de la Accademia.
El Puente Vecchio es uno de los puentes más famosos del mundo. Fue construido en la época medieval y está lleno de tiendas. En un principio eran carnicerías, pero debido a los malos olores fueron sustituidas por joyerías.
Por encima del puente se construyó el corredor Vasariano, que es una terraza elevada por la que se puede ir bajo techo desde el Palacio Vecchio al Palcio Pitti, pasando por la Galería de los Uffizi y por encima del Puente Vecchio.
Un poco más allá, cruzando el Ponte Vecchio, llegamos al Palacio Pitti, una construcción renacentista del año 1458. En este momento es una de las grandes galerías de arte de Florencia. En el siglo XIX fue base militar de Napoleón y más tarde residencia de los reyes de Italia.
Otra visita obligada es la preciosa iglesia de San Miniato del Monte, de estilo románico florentino. Está situada en una colina con unas preciosas vistas de Florencia. Tiene un curioso zodiaco en el suelo del año 1207.
Un barrio muy animado y que os aconsejo visitar es el de la Santa Croce. Está lleno de tiendas, trattorias, artesanos, librerías, etc. Es un paseo muy agradable, además está la iglesia de la Santa Croce, que vale la pena ver.
Una plaza de la ciudad que me gustó mucho es la del Santo Espíritu Santo. En ella está la iglesia, del mismo nombre, con una gran belleza arquitectónica. La plaza está llena de cafés antiguos y anticuarios.
Los hoteles a los que suelo ir son: el NH Porta Rossa y el NH Anglo Americano.
Estoy seguro de que os gustara muchísimo Florencia y espero que no sufráis el síndrome de Sthendal, buen viaje todos.
RECOMENDACIONES DE ELISEO
– Sentarse en la terraza del hotel Baglioni y contemplar las vistas de la ciudad.
– Ir al cercano pueblo de Fiesole, es precioso.
– Pasearse por la calle Tornabuoni, llena de bonitas tiendas.
– Frotarle la nariz al Porcellino (jabalí), en el Mercado Nuovo, para que nos de suerte y podamos volver.
– Ir a la Iglesia de San Miniato un domingo y escuchar los cánticos gregorianos de sus monjes.