ENTREVISTA A ANTONIO BOTÍAS: «TODOS TENEMOS UN ÁNGEL»

MÁGICAS PALABRAS. Por Consuelo Mengual.

Nuestra Región es tierra de increíbles historias para ser contadas con la mirada del realismo mágico, mostrando así lo irreal o extraño como algo cotidiano. Con esta percepción literaria nos sorprende Antonio Botías, periodista y Cronista Oficial de la ciudad de Murcia, con su primera novela Cuando vengan a por ti (MurciaLibro, 2021), que nos acerca a Pedro Páramo (1955), de Juan Rulfo, novela precursora del boom latinoamericano, de novedosa estructura e inusual narrativa acerca de unos hechos reales dotados de una connotación fantástica, para hablar de temas como la muerte, las ilusiones no alcanzadas, la ruralidad o las esperanzas muertas.

 Magnífico comienzo, estremecedor. Una novela llena de semblanzas enlazadas que habla de la frustración y la soledad de las gentes de pueblo, Sangonera, y que podría ser la Comala de Rulfo

Sangonera tiene, en parte, ese halo mágico, pero también de realidad; hay tradiciones, historias, vivencias de personajes en ese entorno. Es un pueblo apartado de la ciudad, pero no tan lejos, donde la tradición pesa mucho. También lo elegí por su nombre rotundo y que, a través de los siglos, ha significado sangre negra. Y fue allí donde conocí la tradición de los mochuelos, si bien existe en todo el mundo.

¿Todos tenemos un ángel?

Sí, creo que sí. El problema es que lo solemos espantar y se va escandalizado, luego vuelve…

Comala estaba llena de ecos. Su novela nos recuerda que “Hay cosas que se escuchan y cosas que se sienten”, como el mochuelo es aviso de muerte

La historia del mochuelo es una tradición y he escrito sobre lo que conocía de ella. Se dice que sólo hay que temer a esta ave nocturna cuando canta encima de tu tejado, pero, en el fondo, es un ave simpática.

¿La vejez desata las lenguas?

El ser comedido, prudente, no decir la verdad dura y directa, se va perdiendo con el paso de los años. De mayores decimos lo que pensamos. Tal vez  sea por la cercanía a la muerte y a consecuencia del paso por el sufrimiento.

En crisis, ¿continúa la cultura del bar?

El bar se puede ver como el epicentro de las personas, como el ágora imperturbable del devenir de un pueblo, donde no falta ni la cerveza fría ni el vino porque, si no, sería una biblioteca. En los pueblos los bares son lugares donde conocer a personajes literarios de gran altura. Son espacios democráticos. En la barra de un bar todos somos iguales, sea cual sea nuestra posición social.

 Hay mucha sabiduría popular

 En lugares donde ha habido un crisol de culturas surgen muchas creencias populares. Unas tradiciones se superponen a otras, las tenemos y las vivimos de forma inconsciente. Como los ritos de Navidad que pasan de padres a hijos: el aguinaldo, los belenes en los hogares…

“El odio es la mejor vacuna contra la envidia”

Uno de los peores rasgos de carácter es la envidia porque es el fantasma perpetuo de lo que se quiere y no se tiene. El que envidia, envidia todo, incluso el mal del otro. ¿Qué se le puede poner por delante? ¿La caridad? Aunque el odio pueda ser la barrera.

Es muy poético leer sobre las mariposas de luz, encenderlas para el regreso de las ánimas. En Pedro Páramo se veía y se hablaba con los muertos.

Hemos crecido rodeados de tradiciones. El Día de Todos los Santos todavía se adecentan y deshollinan las habitaciones, se colocan sábanas limpias para que vengan los difuntos a dormir. Las mariposas de luz son como un faro que les guía. A la mañana siguiente queda la huella del hueco y las arrugas en las sábanas que delatan su estancia.

¿Cree que a los ricos les encanta que los adulen?

Siempre, más a los nuevos ricos. En realidad, a todos nos gusta la adulación porque es placentera. Pero otra máxima dice: “Quien te alaba es tu enemigo”. Te endiosa y luego el batacazo es terrible.

“La sociedad avanza hacía algo muy peligroso: esconder el sufrimiento”

 Los mayores se animan a repartir la pensión

Nos pasamos la vida intentando acaparar cosas, todo para nosotros, pero al llegar a mayor ese yo se anula, se dispersa. Uno toma conciencia y piensa: o entras en depresión, o te das y te entregas a los demás. Por eso los abuelos reparten lo que tienen. Tal vez más las mujeres, los hombres somos más egoístas.

Las arcas son cápsulas del tiempo”

Siempre las he descrito así. En las casas humildes era casi el único mueble presentable, junto a una tinaja o un armario de luna de cristal. Era robusta, venía con el ajuar de los novios marcada con sus iniciales,  ahí se guardaba todo: ropa, dinero, dulces, escrituras, los recibos, la petaca del abuelo… Es como el que va rellenando un pozo y al cabo de los años aparece la historia que contaba.

Se plantea en la novela la teoría de eliminar a los viejos inservibles

Yo creo que es lo que va a pasar en unos años. ¡Ojalá me equivoque! La sociedad avanza hacía algo muy peligroso: esconder el sufrimiento. Ya no velamos a los muertos, a los niños se les sobreprotege.  Y los ancianos nos hacen sufrir, además de lo costoso de su cuidado, del poco tiempo para dedicarles… Estaríamos cayendo en el utilitarismo barato.

 Para ello se sugiere firmar la papeleta

Una papeleta tiene muchos usos: para salir en las procesiones, un premio, tener una papeleta en el mal sentido… En este caso, la familia es la que firma la papeleta como autorización para que el anciano muera. Las residencias están llenas de ancianos desahuciados para la muerte.

 ¿La rutina, como modo de vida, lo hace todo convencional y lleva aburrimiento?

Los ancianos, ante la rutina, se aburren de vivir, sentados en el banco de la paciencia piden: “Señor, llévame pronto”. Y la paciencia es tan necesaria para todo. Con la edad se nos va imponiendo. Realmente, cuando la vida está ordenada todo está mejor.

 ¿Por qué nos gusta murmurar?

Eso es también mucho de los bares. Porque nos encanta conocer la vida de los demás casi tanto como que no se conozca la nuestra.

 El tiempo pasa sin darnos cuenta, “pero nadie repara en esa obviedad”

¡Cuántas veces decimos esta frase! Si la aplicáramos, aprovecharíamos más el tiempo.

 ¿Cómo desconectar de lo que aflige?

Cada persona utiliza una forma distinta. Algunas son, ciertamente, excesivas, como las drogas, el alcohol, el sexo. Otra gente, en mi opinión, con la meditación, la oración, la contemplación. Y otras serían las personas que lo hacen de uno y otro modo. Aquí estaríamos la mayoría, no hay nadie puro.

 ¿Se confunde la verdad y la mentira?

Cada vez está más confuso qué es verdad y qué es mentira. El problema lo tiene la verdad, porque cada uno cree que tiene su verdad y no todo puede ser verdad. Y por imponer la verdad, nos tragamos la mentira. La verdad no es opinable, pero todos la torcemos y suavizamos con mentiras piadosas.

 Otra idea literaria que también transmite Rulfo es el paso de la pasión a la indiferencia.

Con demasiada frecuencia ocurre en parejas de largo recorrido. La pasión varía a lo largo de la vida. La propia palabra enamoramiento (“en amor miento”), la pasión, el amor verdadero, ¿a dónde nos llevan? El cariño nos mantiene. Pero, en muchos casos, llega la indiferencia, si bien antes se ha dado el desprecio y el desdén hacía el otro y todo se va rompiendo.

¿Y qué pasará “cuando vengan a por ti”?

¡Saldré corriendo!, si puedo.

Al despedirnos recuerda Antonio la antigua tradición y furor por la práctica del noble arte de la esgrima y la importancia que tuvo la Sala de Armas del RCM, “muy frecuentada por lo más selecto de la sociedad murciana de la época”. Es nuestro cronista y lo lleva en el alma.

Consuelo Mengual
@Aladas_Palabras
3 comentarios en «ENTREVISTA A ANTONIO BOTÍAS: «TODOS TENEMOS UN ÁNGEL»»
  1. He disfrutado como no lo hacía desde hace años de esta entrevista porque la entrevistadora, aparte de una murciana de excepción y muy culta, por su plática afable y su cariño. Es un lujazo que nuestro gran casino cuente en su publicación con alguien de la talla de Consuelo, amiga desde hace mucho tiempo y fiel admirador de cuanto hace. Un fuerte abrazo!

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