El tamaño

Pinceladas, por Zacarías Cerezo

Uno de los debates más recurrentes en esta sociedad que no se cansa de polémicas estériles es sobre el viejo tema de si el tamaño importa o no. Y ya sabemos a qué nos referimos: no es el de la inteligencia. Durante mucho tiempo se dijo que no, que no importaba; pero cada vez más se va por el camino de la franqueza y son muchos y muchas los que dicen, a veces con descaro, que por supuesto que importa.

Siendo así, ¿cómo es posible que, en las representaciones clásicas del cuerpo masculino, que se suponen modelos de belleza desde la antigua Grecia, en pintura y escultura los penes se muestren increíblemente pequeños? ¿Tanto hemos cambiado de gustos de entonces a hoy?

El David de Miguel Ángel, que se tiene por modelo de perfección a pesar de su cabeza excesiva y su mano derecha desproporcionada, es un claro ejemplo de micropene. Quizás por eso dicen que a las muchas y muchos les gusta más verlo por detrás: parece ser que atrae más su culo perfecto.

La pequeñez de pene se da en todas las representaciones clásicas salvo en el caso de personajes cómicos o grotescos, como en los faunos o la del dios Príapo, al que la diosa Hera maldijo a nacer con un enorme falo siempre erecto por ser fruto de la infidelidad de Afrodita, su madre. Castigo que algunos considerarían en estos tiempos una bendición… ah, pero la maldición también incluía que ninguna mujer le amaría nunca.

Aristófanes, comediógrafo griego (446-386 a C.), dice en su obra Las nubes que el hombre ideal es “de pecho robusto, cutis fresco, anchas espaldas, lengua corta, gruesas nalgas y de pequeño pene”. El hombre heroico, de virtud y belleza interior, se representaba con el pene pequeño; era el canon de belleza equilibrada, tanto griego como romano, canon recuperado por los artistas del Renacimiento. Por el contrario, el hombre vulgar, lujurioso, borracho y que no es capaz de controlarse, está dotado de pene grande: un salvaje. 

La obsesión por el pene grande es contemporánea y creciente. Y hay una buena noticia para los que les importa el tamaño: el pene humano está creciendo, según estudios de Michael Eisenberg (Universidad de Stanford, EEUU), concretamente un 24% en los últimos 30 años, pasando de 12 a 15 cm de media mundial. Mira por dónde, 3 cm más. Bueno, también es verdad que en el último siglo hemos aumentado nuestra estatura 10 cm, una cosa por otra.

Zacarías Cerezo.

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