DUBROVNIK, LA PERLA DEL ADRIÁTICO

EL TROTAMUNDOS DEL CASINO. Por Eliseo Gómez Bleda.

Nada más llegar a Dubrovnik, pasear por sus callejuelas y respirar su ambiente tan especial, me trasladé a la Edad Media y comprendí por qué gran parte de la serie “Juego de Tronos” se había rodado allí.

Es una ciudad medieval, que ha pasado por infinidad de imperios que la habitaron. Su origen es del siglo VII. En un principio se llamó Ragusa y, más tarde, cuando llegaron los pueblos eslavos de los Balcanes, pasó a llamarse Dubrovnik, que significa “bosque de robles”.

En el siglo IX, Ragusa pasó a estar dominada por el imperio Bizantino y se convirtió en uno de los puertos más importantes del Adriático. Ante el gran crecimiento de la ciudad, aumentaron también sus enemigos en la zona y en el siglo XIII empezaron a construirse sus impresionantes murallas para proteger la ciudad.

Dubrovnik significa “bosque de robles”

Otra de las grandes potencias de la época era Venecia, que dominaba las rutas comerciales del Mediterráneo y que invadió Dubrovnik en 1205. Les impusieron el italiano como lengua oficial, hasta que en el 1358 se liberó del dominio veneciano.

Al poco tiempo las tropas turcas intentaron anexionarse Ragusa, pero gracias a los buenos diplomáticos que tenía la ciudad firmaron un tratado de paz, a cambio de un tributo anual y se fundó la Republica de Ragusa.

Tenía tanta fama su marina, que entre la tripulación que fue con Colón en su primer viaje a América había dos marineros de Dubrovnik.

Más tarde fue tomada por las tropas de Napoleón y, tras la caída del imperio napoleónico, se convirtió en el Reino de Dalmacia, dependiente del imperio Austrohúngaro.

Aunque se salvó de participar en las dos guerras mundiales, posteriormente, en el año 1991, sufrió una gran guerra cuando el reino de Yugoslavia se dividió y se fundó la actual Croacia, siendo atacada duramente por los serbios y los montenegrinos.

Como veis esta ciudad pasó por muchas manos y sus habitantes sufrieron mucho. En la actualidad es una importante ciudad turística Patrimonio de la Humanidad.

Para llegar a Dubrovnik tenemos la opción de ir en vuelo directo desde Madrid con Iberia o Vueling. El viaje dura unas tres horas y el precio de ida y vuelta suma unos 400 euros.

La mejor época para visitar esta enigmática ciudad es en primavera (abril-mayo), o en otoño, (septiembre- octubre). En verano no os lo aconsejo porque hace mucho calor, está lleno de turistas y además en bastante más caro.

La ciudad costera tiene gran importancia turística y es Patrimonio de la Humanidad

Indudablemente es la ciudad amurallada más bella del Adriático y quizás del Mediterráneo. Recorrer su muralla de unos dos kilómetros nos llevará unas dos horas. El acceso cuesta unos 20 euros, pero os aseguro que os encantará, porque está por encima de la ciudad y se divisa desde arriba, viendo todos sus tejados, el mar y quizá alguno de los muchos cruceros que la visitan. Es una visita imprescindible.

La ciudad sufrió una gran catástrofe, un terremoto en la Semana Santa de 1667. El desastre más grande de su historia. Sus palacios, iglesias y monasterios quedaron en ruinas en unos pocos segundos. Además, desde un monte cercano se desprendieron enormes rocas que terminaron de destruir la ciudad. Más del 50% de los habitantes de la ciudad murieron.

Dubrovnik es la ciudad amurallada más bella del Adriático y quizás del Mediterráneo

La calle Stradun es la principal y más bonita de Dubrovnik, atraviesa toda la ciudad amurallada y comunica sus dos puertas de entrada: la Puerta de Pile y la Puerta de Proce. Todas las calles de la ciudad desembocan en Stradun, aquí encontraremos restaurantes, terrazas para tomar un refrigerio y un montón de tiendas de joyas. También en están los monumentos más importantes de la ciudad.

Lo primero que vemos al entrar a Stradun es la Gran Fuente de Onofrio, una gigantesca fuente circular con dieciséis chorros, que data del 1438 y que es el punto de reunión de la ciudad. En los días de calor veremos a todo el mundo bebiendo su agua fresca.

Al final de la calle llegamos a la Plaza Luza, donde está la famosa torre del reloj, de 31 metros de altura, construida en el siglo XV y en la que tocan la campana unos soldados romanos de hierro.

Cercano a la calle Stradun, está el Puerto Viejo de Dubrovnik, que es el sitio más romántico de la ciudad. Por el día vemos el movimiento de los barcos que salen y entran con destino a la isla de Lokrum; por la noche el puerto está precioso, lleno de gente en las terrazas de los restaurantes y con las luces lejanas de la moderna Dubrovnik.

El Fuerte de San Lorenzo es uno de los símbolos de la ciudad, es una fortaleza de piedra y está en lo alto de una colina. Para llegar hasta él y disfrutar de sus bonitas vistas tendremos que subir 200 escalones, pero las vistas de la bahía de Pile y de las murallas son impresionantes. Un consejo, con la entrada a las murallas podéis visitar también el Fuerte.

Aunque si queremos ver unas vistas excepcionales, debemos tomar el teleférico, que está en lo alto de la colina Srd y nos lleva hasta el centro de la ciudad. El precio son unos 30 euros (ida y vuelta). Subir en el teleférico al atardecer es fantástico, disfrutando de la puesta de sol. En el mirador del monte Srd hay un fuerte militar que construyeron los franceses, durante las guerras napoleónicas, ahora es el Museo de la Guerra del Golfo.

El Puerto Viejo de Dubrovnik es el sitio más romántico de la ciudad

Una buena excursión de un día es ir a la isla de Lokrum, llena de pinos, olivos y playas rocosas. Está situada frente a Dubrovnik, es un bello Parque Nacional, su estado es totalmente salvaje, no hay ninguna construcción. Tiene dos pequeños puertos y un antiguo monasterio benedictino, pero no hay ni tiendas ni coches, además está prohibido quedarse a dormir en la isla.

Os preguntareis por qué no se puede pernoctar en la isla. Se cuenta que cuando se pone el sol hay que regresar a la ciudad, para no sufrir la “maldición de Lokrum”. Cuentan que los monjes benedictinos de la isla fueron atacados por los señores de la ciudad y expulsados por Napoleón para apoderarse de la isla. Los monjes fueron obligados a abandonarla, pero antes rogaron que les dejaran celebrar como última voluntad una misa en el monasterio. Al acabar la misa los monjes dieron por la noche tres vueltas a la isla en procesión, llevando cada uno de ellos una vela encendida invertida y recitando en latín una maldición, que decía: “Aquel que se aproveche de Lokrun para sus intereses personales será maldito”.  La leyenda dice que quien ha intentado establecerse en la isla ha muerto en misteriosas circunstancias. Indudablemente, en la isla de Lokrun hay fantasmas.                                                

Más tarde visitamos el Palacio del Rector que fue donde se alojaron los rectores de la República de Ragusa del siglo XIV al XIX. Ahora es el Museo de la Historia de Dubrovnik, su bella arquitectura nos recuerda los palacios de Venecia.

Otro palacio que visitamos es el Palacio Sponza, de estilo gótico y renacentista. Construido en el siglo XVI, en la actualidad alberga una valiosa colección de manuscritos, algunos de más de 1000 años de antigüedad.

Después descubrimos el precioso Monasterio Franciscano, con más de 700 años de antigüedad. Con su claustro del siglo XIV y sus columnas representando cabezas humanas y animales. Pero lo que nos gustó mucho fue su farmacia, la tercera  más antigua de Europa, en funcionamiento desde el año 1391.

La Catedral de Dubrovnik, llamada Iglesia de la Asunción, es el tercer templo construido en el mismo lugar: primero fue una basílica bizantina, más tarde una iglesia románica y ahora catedral barroca. Contiene huesos de San Blas, patrón de Dubrovnik y pinturas religiosas realizadas en el taller de Tiziano.

Otra visita interesante es la Iglesia de San Ignacio, está muy cerca de la catedral y es el mejor templo barroco de la ciudad, aunque su belleza está eclipsada por las famosas escaleras del “paseo de la vergüenza” de la serie “Juego de Tronos”, que se rodó allí.

La opción más cómoda para alojarse en Dubrovnik es en la ciudad antigua, así tendremos todo cerca para visitar y podremos salir por la noche tranquilamente a pasear y cenar, cuando ya no hay casi turistas, pues la mayoría son de cruceros. Como cosa curiosa que me comentaron, es es tal la cantidad de gente que llega en los cruceros, que la ciudad puso un máximo de 7000 cruceristas al día.

Un buen hotel, aunque un poco caro, es el Heritage Villa Nobile, otros son el Hotel Adrià y el Guest Hotel Tomasi.

Las comidas típicas que debemos probar son: la “menestra de zelena” o estofado verde, compuesto de carne, patata y col; los “arancini”, bolas empanadas que llevan arroz con queso, carne y azafrán; los “punjene  paprike”, pimientos rellenos de carne, arroz y cebolla; y el “pastel Ston” un hojaldre relleno de macarrones con almendras, azúcar, huevos y mantequilla, que aún no sé si era dulce o salado.

Unos buenos restaurantes de comida local son: “Gradska Kavana Arsenal”, el “Konoba Bonaka” y el “Panorama Restaurant”. Os aconsejo que como los sitios de la calle Stradun son bastante caros, callejeéis por las calles cercanas y seguro que encontráis sitios más económicos.

La moneda de Croacia, hasta el 1 de enero de 2023, fue la Kuna. Con el euro recientemente incorporado, durante 2023 seguirán circulando las dos monedas. A partir de 2024 solo el euro.

Sitios cercanos para hacer alguna excursión de un día pueden ser la preciosa ciudad de Split, las cataratas Kravice, Mostar o Montenegro, sobre las dos horas de viaje.

Dubrovnik es una ciudad bellísima, por su historia y por su arquitectura, está llena de misterio y fantasmas, estoy convencido de que la disfrutaréis.

RECOMENDACIONES DE ELISEO

 – Cenar al anochecer en algún restaurante del Puente Viejo

– Subir al teleférico

– Visitar la isla de Korcula

– Degustar un helado en Peppino´s

– Hacer el recorrido de “Juego de Tronos”

Eliseo Gómez Bleda.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.