“EL CASINO MERECÍA LA PENA”

EL PRESIDENTE DEL REAL CASINO DE MURCIA, JUAN ANTONIO MEGÍAS, Y SU ABOGADO, AURELIO LLANES, RECIBEN EL TÍTULO DE SOCIO DE HONOR DE LA ENTIDAD

Por Elena García. Fotografías: Ana Bernal.
“El Real Casino ha demostrado que la cultura no tiene por qué ser siempre un chorreo de millones de las arcas públicas”, manifestó Juan Antonio Megías al recoger su título de Socio de Honor de la entidad por la que ha velado los últimos 16 años de su vida. “La cultura puede y debe generarse en la sociedad, como se crea en esta institución libremente”, expresó, y se mostró orgulloso de presidir un casino que tiene “un corazón vivo y latente”, gracias a los socios, a sus asociaciones y agrupaciones, que colman la entidad con numerosas y variadas actividades, conferencias y encuentros. “Nuestra obligación fue darle a ese corazón un cuerpo rejuvenecido y en condiciones; cuando surgió la oportunidad, nos pusimos a la tarea”, recordó Megías. Como resultado, el edificio fue el primero de la ciudad en ser declarado Monumento Histórico Nacional, además de ser el más visitado, solo superado por la Catedral de Murcia. “El Casino merecía la pena”, proclamó el presidente.

El secretario, Esteban de la Peña, fue el encargado de hacerle entrega del título, debido a la ausencia del vicepresidente, Carlos Mata. “No hay ninguna actuación que hiciera Juan Antonio Megías que no estuviera refrendada por la Junta Directiva, y al lado de su firma, siempre estuvo la mía”, aseguró de la Peña, que afirmó que el proceso de rehabilitación fue la actuación “más limpia y esplendorosa que se ha hecho en esta ciudad, y lo hemos hecho personas que no somos políticos, algo que no se nos ha perdonado”. El secretario lamentó que se hubiera intentado “manchar y destruir la moral del Real Casino”, con el proceso judicial que siguió a la rehabilitación.

El abogado Aurelio Llanes, que defendió a Megías y al Real Casino en la causa que finalmente fue archivada, recogió el título de Socio de Honor de la mano del presidente. “Gracias a su trabajo intenso y minucioso, esa mancha que podría haber arrastrado la entidad ha quedado lavada”, manifestó Megías. “Lo ha hecho como socio y como amigo, porque percibió la injusticia contra una institución por la que siente un profundo cariño”, añadió. Llanes aseguró que para él el honor del nombramiento era doble “porque lo comparto con Juan Antonio”. “A lo largo de esta trayectoria he conocido no solo al amigo que ya conocía, sino al gran ser humano que hay detrás de él”, expresó. Durante su discurso recordó a su abuelo, socio-fundador de la institución, y a su padre Mariano, “que me enseñó a querer y a entender esta casa”. Y citó a Teresa de Jesús: “La verdad padece, pero no perece”, para describir que, a pesar del sufrimiento que ha conllevado la causa judicial, la verdad, finalmente, ha prevalecido.

El acto tuvo lugar en la Antesala y el Patio Pompeyano, en presencia de los miembros de la Junta Directiva y los familiares de los galardonados. Al finalizar el acto, los presentes disfrutaron de un vino español para celebrar los nombramientos.


Elena García.

Ana Bernal.

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