Estimados Socios:
Nadie desconoce que el Real Casino de Murcia está viviendo un momento especialmente brillante en su ya dilatada historia. La amplia y variada oferta de actividades sociales y culturales, unas reservadas a socios y otras muchas abiertas al público, hacen de nuestra casa un referente cultural de la ciudad de Murcia y un incomparable punto de encuentro, nacional e internacionalmente reconocido, para quienes buscan un espacio de libertad y tolerancia. Muchos son los factores que han hecho esto posible, pero permítanme que destaque uno de ellos, tal vez el más determinante de todos ellos: los Socios. Me refiero a todos los Socios pero muy especialmente a aquellos que de manera voluntaria y altruista dedican buena parte de su tiempo y sus esfuerzos a generar muchas de las actividades que acoge el Real Casino de Murcia y a propiciar el ambiente cálido y distendido en el que éstas tienen lugar.

Me refiero a quienes organizan y dirigen las actividades del Club de Senderismo, a los Amigos del Billar, a las Asociaciones Culturales que llenan de conferencias y tertulias nuestros salones, a los comisarios y organizadores de las exposiciones y conciertos, a los Clubes Literarios y de Poesía, a los responsables de ciclos de Cine, a quienes hacen llegar a la Junta sus ideas y proyectos, a aquellos que por propia iniciativa muestran orgullosos el Casino a quienes lo visitan, y a tantos otros que con su aportación, grande o pequeña, con su bondad, siempre grande, y con su ejemplo personal, cooperan a que nuestra casa sea cada vez mejor.
No voy a citar nombres por temor a olvidarme de alguno y porque por fortuna la lista es muy larga, pero ustedes saben muy bien quiénes son. A todos ellos les traslado mi agradecimiento personal, el de la Junta que presido y, estoy seguro, el de todos ustedes.
