Etimologías. Por Santiago Delgado
Por una vez, el camino de las toponimias toma la tornavuelta. Y no va de España a las Américas. Barinas es nombre guajiro, o guajibo, en la Venezuela interior occidental. Les cuento: un tal Alvarado, al que no le fue mal del todo allá en la región mencionada, volvió. Y con el dinerillo que se trajo se compró, en subasta al rey, esas tierras donde hoy se ubica la Barinas murciana. Levantó una casa para su familia y le puso un letrero a la puerta: “Barinas”, que era el territorio selvático, pero no mucho, donde él había vivido y prosperado.
Era 1810, por lo que la compra se debió hacer con el rey foráneo José I, el Bonaparte, acaso ávido de liquidez monetaria. El caso que al tal Alvarado se le fue sumando gente pues, por lo menos, la subsistencia estaba asegurada. Eran tiempos de guerra y comer era el asunto único. El caso es que el topónimo y sus habitantes adquirieron status de pueblo.
Barinas en el idioma de origen significa “viento fuerte”, aunque, según otros, “agua abundante”. En español sólo significa el agradecimiento del súbdito Alvarado por la tierra que lo acogió allá en las Indias Occidentales.
La Barinas venezolana es un amplio territorio de más de un millón de habitantes y su hermosa capital una ricura tropical, que, de soplar hoy otros vientos en aquella república, merecería la pena visitar. Háganlo por internet, cuando menos. Quedarán sorprendidos y gratificados.
En la Barinas española vivían la mar de sosteniblemente, en su ruralidad horaciana, hasta que llegaron los tiempos modernos. Esparto, cereal, chumberas y otras dádivas de la generosidad mediterránea de interior abastecían al personal sin mayores problemas. Pero, en nuestros días, ¿quién no ha ido a Barinas a probar el rico marisco de Casa Félix? Pues eso, la gente de Barinas supo despertarse del subsistente letargo histórico y desarrolló el ingenio. Se supo vender como residencia de segunda especie y como emporio del senderismo y el barranquismo y otras moderneces deportivas. Y ahí está.
El municipio de Abanilla tiene esta joya etimológica sudamericana en su territorio reconocido. Un nombre guajiro (o guajibo) para toponimia de pedanía. Ahí es nada. Bien por el ciudadano Alvarado, al que hay que suponer oriundo de esta tierra, por haber tenido el acierto de ubicar su tierra una vez se hizo dueño de ella. Barinas o Alvarolandia. He dicho.
Nuestra Barinas, la abanillera, está documentada -con V, Varinas- en el Archivo Histórico Regional de Murcia, desde 1530 al menos.
Lo siento Santiago, esa no es la verdadera historia de las Barinas con el tal alvarado
Y cuál sería la verdadera? Mi abuela era una Alvarado de nombre Ángela, y mi padre, Miguel, nació en Barinas! Gracias!
Cuál es , estamos interesados en tener datos fidelignos de la creación del pueblo Barinas desde la toponimia de la ciudad de Barinas en Venezuela.,si me puede suministrar algún libro le dejo mi correo.mpradavazquez@gmail.com
Será posible leer un libro que describa toda la historia de ese poblado fundado en el siglo XXI en España .Barinas tiene un alto significado en la vida de Venezuela.El que exista un pueblo con ese nombre en homenaje a la ciudad tiene un gran aporte al gentilicio de Barinas.En mi país Venezuela no existe literatura que reseñe al pueblo Barnies de Murcia