Efemérides, por Leandro Madrid S.
Sagunto, Valencia, campo de Las Alquerietas, 9 de la mañana del día 29 de diciembre de 1874. Ante las fuerzas militares de la brigada mandada por el general don Luis Dabán, el general de división don Arsenio Martínez Campos, después de una elocuente arenga, proclamó a don Alfonso de Borbón rey de España con el nombre de Alfonso XII. Desde hacía más de 500 años no había reinado en España ningún Alfonso.
Ese día, el príncipe don Alfonso viaja desde Londres a París para reunirse con su madre y hermanas, pues quería celebrar con ellas las fiestas de fin de año y Reyes. Era alumno de la academia militar inglesa de Sandhurst y estaba de vacaciones. El día 30, ya en el “Palacio de Castilla” en París, residencia de la familia real en el exilio, recibió un billete anónimo, de letra femenina, que decía “Sire, votre magestée a été proclamé roi hier soir par l’armée espagnole. Vive le roi”. Al parecer, lo mandó la mujer más enterada de la alta sociedad europea: la princesa Ratazzi, Leticia Wise Bonaparte, sobrina nieta de Napoleón I Bonaparte y amiga de Isabel II. Esa noche fueron al teatro de la Gaitée y, al regreso, los esperaba el general conde de Elduayen con la noticia, a lo que don Alfonso contestó: “Ya lo sabía”.
Telegramas de adhesión y felicitación fueron llegando a centenares. El día 31, el palacio estaba lleno a rebosar de “monárquicos de toda la vida”. La reina Isabel, tan castiza, dijo: “se nota que el sol calienta de nuevo”. En Madrid la república ducal entregó los poderes y Cánovas del Castillo formó el llamado Ministerio de la Regencia. El presidente Serrano, “soldado de fortuna”, pasó a Francia dejando España con dos guerras pendientes, la de Cuba y la carlista.
Se enviaron telegramas a don Alfonso con la formación de ese gobierno, que fue el primero de su reinado. El duque de Sesto fue nombrado gobernador de Madrid y el conde de Toreno, alcalde de la capital. Durante cinco días, París se volcó con el nuevo rey con visitas de estado, recepciones, comidas, etc.
El 5 de enero, don Alfonso, Isabel II y las infantas acudieron a la inauguración del nuevo teatro de la ópera, admirando su arquitectura, belleza decorativa y modernidad. Ese mismo día, don Alfonso contestó a Cánovas aprobando todo lo hecho y su gobierno. El 6 de enero asistió a una recepción en la embajada de España y, a continuación, emprendió por tren el regreso a España. El día 7 llegó a Marsella, donde le esperaba el nuevo ministro de Marina, marqués de Molins, con la fragata Navas de Tolosa para su traslado a Barcelona. El rey, vestido de capitán general español embarcó y llegó a la ciudad el día 9.
El día 10, en la fragata Numancia, llegó a Valencia, donde pasó dos jornadas, por ser la ciudad donde había sido proclamado. El 14 de enero llegó a Madrid, estación de Atocha, donde le recibe el gobierno en pleno, con Cánovas al frente. Monta un magnífico caballo blanco y recorre la capital hasta el Palacio Real. España ya tiene su rey soldado, de 17 años.