TOPONIMIAS REGIONALES: EL FARALLÓN

Por Santiago Delgado.
El Farallón es una simpática y minúscula isla que se encuentra frente al Estacio, en La Manga del Mar Menor, pero en el Mayor. Aunque no se ve desde la costa, tiene un arco, que lo hace ser clase noble entre los farallones. Porque farallón es nombre común, en principio. En Murcia lo hemos hecho nombre propio. Hay muchos farallones por el mundo. Un farallón es roca en medio del mar, cerca de la costa, que es como testigo de lo que se hundió. Algunos, ya digo, se adornan de esa oquedad o arco, que las ensalza.

Bueno, farallón es aumentativo, o así, de faro. ¿Debía de decirse farollón, entonces, no? Les oigo murmurar. El cambio puede deberse a simple disimilación respecto de la ó tónica. O que tiene evolución romana, no castellana. El caso es que, en todas partes de habla hispana se llama farallón. ¿Y de donde viene la palabra faro? Pues aunque no lo crean, viene de Faraón. Sí, la denominación de rey de los antiguos egipcios, y de no pocos toreros gitanos, y de flamencos de guitarra y palmeo. Faraón es lo más que se puede ser en algo. En España por lo menos. Y va de cuento. Cuando acabó la Guerra de Troya, los vencedores, por culpa de una maldición que sería largo de contar, se dispersaron por el Mediterráneo en lugar de regresar a sus casas. Odiseo fue el más tardón. Bueno, pues el rey Menelao, de Esparta creo recordar, arribó a las costas de Egipto. Exactamente a la isla que luego se llamó de Faros. Pero, ¿por qué se llamó Faros? Porque el bueno (más bien malo) de Menelao preguntó a los nativos: “¿cómo se llama esa isla?”. Faros es un enorme bloque en medio de playas kilométricas. Los nativos le contestaron algo así como: “Paraá”, que en egipcio vulgar quiere decir: “Es del Faraón”. Menelao era malo en lenguas y oyó Faros. Además, entendió que ese era el nombre propio del soberbio islote, en lugar de la mención a la propiedad. Le puso luz arriba, o continuó la que ya estaba, y le llamó, e hizo que le llamaran Faros. Por eso, a todo promontorio en alto, con luz y a la vera de la mar, se le llamó faro. O sea, que en pureza, todo faro significa “propiedad del Faraón”.


A TODO PROMONTORIO EN ALTO, CON LUZ Y A LA VERA DE LA MAR, SE LE LLAMÓ FARO. O SEA, QUE EN PUREZA, TODO FARO SIGNIFICA “PROPIEDAD DEL FARAÓN”


Ya les he dicho que cómo se acomoda el aumentativo (o despectivo por desmesurado –caballuno acaso-) lo desconozco. De faro, farallón. Y de ahí a Farallón, con mayúscula inicial de nombre propio. Los egipcios pueden reclamar copyright del nombre.


@sanmadelmar

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