Joaquín Riquelme es el primer murciano en formar parte de la prestigiosa Orquesta Sinfónica de Berlín
Por Concha Alcántara.
Reconoce que, a veces, sobre el escenario, el sonido que escucha le emociona hasta las lágrimas. Es lo que pasa cuando formas parte de la Orquesta Sinfónica de Berlín, la que muchos consideran la mejor orquesta del mundo, formada por músicos de excelencia de 27 nacionalidades. Joaquín Riquelme, murciano de 34 años, es el único español hasta la fecha. No se equivocó al cambiar el balón por la viola y los partidos en el patio del colegio por el aula del Conservatorio de Murcia, por mucho que le costara la renuncia. “Era duro tener que irme al conservatorio aunque no me quejo. Todo vuelve y ahora en la orquesta tenemos un equipo de fútbol”, cuenta con una sonrisa.
Su trayectoria parte de la Orquesta de Jóvenes de Murcia, que destaca como fundamental en su desarrollo como músico. “Es donde decidí que quería ser músico. Si no hubiera existido, mi vida sería otra”, asegura. Por eso, lamenta profundamente su desaparición. En ella se formaron grandes profesionales de la tierra y muchos están en las primeras orquestas del mundo: Miriam Olga Pastor Burgos (corno inglés Orquesta del Real Concertgebouw de Amsterdam), Pedro Franco (clarinetista Orquesta Sinfónica Nacional Danesa), Miguel Pérez Espejo (violinista Sinfónica de Boston), etc. “Los que vamos al conservatorio somos los raros del colegio. Tocar solo en tu casa no es divertido. Esa orquesta te motivaba a continuar”.
Ahora vuelve a casa como estrella invitada del ciclo que Camerata de Murcia ofrece en el Auditorio Victor Villegas, sabedor de que ha alcanzado mucho más de lo que esperaba cuando era niño. Crítico con el estado de la cultura en general y de la música clásica en particular, defiende la importancia de que formen parte de la educación reglada y del día a día de los ciudadanos. “La música te hace mejor persona”, asegura.
“Los músicos somos como deportistas de élite: debemos estar siempre en forma y ensayar mucho”
¿Se siente profeta en su tierra? Me siento querido y valorado por la gente.
¿De niño soñaba con que tocaría en la Filarmónica de Berlín? La filarmónica de Berlín es un referente junto a la de Viena. Era el sonido que tenía interiorizado sin darme cuenta. Terminé en Berlín por casualidad y fui a ver un concierto. Entonces lo supe.
Pero prefería el balón al conservatorio… Es lo normal. El deporte siempre me ha gustado y, claro, prefería quedarme jugando. Es lo que quieren todos los niños. Era duro tener que irme al conservatorio aunque no me quejo. Todo vuelve y ahora en la orquesta tenemos un equipo de fútbol.
Entró por la puerta grande. Creo que aplaudieron su audición. ¿Cómo fue? Estaba delante de 80 personas en la audición porque puede asistir toda la orquesta y luego votan. Tras la última prueba, en la que quedábamos solo tres, aplaudieron. No me lo creía. Cuando estás tocando te encuentras como en trance, te sube mucho la adrenalina. Fue un momento muy especial, único en la vida. Intenté disfrutarlo al máximo.
Qué fue más duro, ¿entrar o mantenerse? Mantenerse. Empiezas con un periodo de prueba y te tienen que renovar. La orquesta convoca cuatro asambleas al año para votarlo y tienes que conseguir dos tercios para quedarte. Es duro porque la exigencia es enorme y te puedes bloquear. A mí me hizo cambiar incluso la forma de ser; me volví más serio y formal pensando que gustaría más. Pero eso me hizo perder como músico, no trasmitía tanto. Entonces me dijeron que debía ser yo mismo, que me habían escogido por eso.
¿El día a día es muy exigente? Los músicos somos como deportistas de élite. Debemos estar siempre en forma y ensayar mucho. Es muy importante por ti y por respecto a tus compañeros. Si somos 16 y uno falla, estropea el trabajo del resto. Somos bastante competitivos y queremos alcanzar la perfección.
“En España se ha maltratado mucho la cultura y he tenido que huir”
¿Cómo es la cultura musical en Alemania?Es otra historia. Yo creo que viene marcado por religión. En el protestantismo la música tiene mucho protagonismo en el culto. Tienen libros con música en los templos y todos saben leer una partitura, que es mucho, pero además saben cantarla.
¿Aquí está poco valorado? No se ha incentivado que la música clásica esté dentro de la cultura ni en el día a día de las personas. Aquí te siguen preguntando “Eres músico, ¿y qué más?”. Todo el mundo lo considera un hobbie y es un trabajo duro que requiere mucha dedicación. No digo que haya que estar escuchando a Mozart o a Beethoven todo el día pero me parece muy importante que estén en la cultura de un país. Ayudaría a ser mejores personas y a vivir con más respeto.
La música, como el deporte, también trasmite valores. Creo que es fundamental. Trasmite compañerismo, respeto, trabajo de equipo. Si los políticos supieran más de cultura, nos iría un poquito mejor.
Criticó que se suprimiera la Orquesta de Jóvenes de la Sinfónica de Murcia. ¿Cómo ve el panorama musical en la actualidad? Vamos para atrás en todo. Se ha vuelto a niveles de los años 60, cuando había un desierto en lo musical. La Orquesta de Jóvenes fue un proyecto por el que luchó mucha gente y desapareció de la noche a la mañana. Hicimos un concierto especial por el 30 aniversario, con todas las generaciones y el Auditorio lleno. Fue uno de los conciertos más emocionantes de mi vida.
“La Orquesta de Jóvenes fue un proyecto por el que luchó mucha gente y desapareció de la noche a la mañana”
¿Qué haría falta para recuperarlo? Haría falta interés por parte del Gobierno Regional. Es tan fácil como eso. Era una de las joyas de la cultura murciana junto con el Festival de Orquestas de Jóvenes que organizaba la Universidad de Murcia. Llenaba las calles de música. Ahora tampoco existe. En España se ha maltratado mucho la cultura y he tenido que huir. Soy un refugiado cinco estrellas.
¿Se considera un refugiado cultural? Exacto, y como yo hay muchos. A mí me encantaría vivir en Murcia pero si no hay apoyo por parte de las instituciones es imposible. Hay que hacer las cosas bien. Creo que la ley que quieren hacer de mecenazgo es una forma de quitarse de encima la responsabilidad. La cultura debe estar siempre apoyada desde las instituciones. El propio ciclo del auditorio va menguando. Antes venían orquestas de primera fila y artista de primer nivel. Ahora no tanto.
Algunos dirán que no hay público. Es la pescadilla que se muerte la cola. Si no inviertes el público no viene, y si no viene dices que para qué invertir. Hacen falta iniciativas y sacar la música clásica a la calle, que la gente le pierda el miedo. Yo invitaría a pasar un día entre músicos clásicos. Lo iban a pasar muy bien.
¿Qué le recomendaría a un joven músico? Qué luche por lo que le gusta y por lo que quiere conseguir. Hay profesionales muy validos en España y se puede tener una buena formación aquí. No hace falta irse fuera aunque viene bien. Cuanto más se conozca mejor. Viajar hace a una persona diferente. Te hace respectar a los demás y amplia tu visión del mundo.

@ConchaAlcántara