Ángela S. Casanova muestra en ‘La cotidianidad’ su novedosa propuesta artística
Por Concha Alcántara.
Al principio uno no nota nada extraño. La chica fuma sentada sobre la cama mientras el chico, de espaldas, la contempla. Unas miradas muy expresivas, unos gestos cargados de realismo, unas pinceladas fuertes de intenso colorido marcan la serie. Se llama Romeo y Julieta. Las imágenes van pasando en la pantalla del ordenador como si se tratara de una película fotográfica. Pero entonces aparece la autora, la artista, en medio del cuadro, entre los protagonistas. ¿Qué ha pasado? ¿Cómo se ha metido ahí dentro? Estamos ante ‘Realidad pictorica’, la novedosa propuesta artística que ha creado Angela S. Casanova y que se podrá ver en la Sala Alta del Real Casino de Murcia a partir del 3 de noviembre.
“La idea es hacer de la propia realidad una obra de arte a través de la pintura”, explica Casanova sobre esta original propuesta que surgió del Master de Producción y Gestión Artística que estaba realizando. Su objetivo es que una escena real parezca una obra pictórica. Es decir, justo lo contrario que el realismo pictórico, que persigue que una obra pintada sea lo más parecida posible a la realidad. Para ello crea la escenografía con muebles y paredes y suelo real, objetos y personas reales, y pinta sobre ellos para darles la apariencia de escena de un cuadro. “Me cuesta que lo entiendan a la primera cuando lo explico. La gente que lo ve se queda muy sorprendida, lo ven original. Técnicamente hablando, es hacer de lo tridimensional algo bidimensional”, resume.
Sus primeras creaciones fueros series basadas en películas de Baz Luhrmann, director por el que siente predilección: Moulan Rouge, Romeo y Julieta, El Gran Gatsby, Australia, y un añadido, Moon River. “Elegí una escena de cada película y elaboré una representación, algunas estáticas y otras con movimiento de los modelos”. La idea, destaca, es que cuando no haya modelos, la escena siga contando algo.
“La cotidianidad” es el tema sobre el que girarán las escenas que creará para la muestra del Real Casino de Murcia. El espacio diáfano de la Sala Alta estará subdividido en cinco ambientes protagonizados por una escena y delimitados por un pasillo. “No se confunden unas con otras porque yo hago mi propio suelo. Compró el tablón y lo pinto y los paneles los forro con film y plástico para recrear la escenografía”, explica. La instalación de cada zona requiere muchas horas de trabajo previo en el estudio y otras tantas para finalizarlo in situ. “Yo puedo estar en el estudio pintando la pero la luz es diferente a la que puedo encontrar aquí”, añade.
El espacio diáfano de la Sala Alta estará subdividido en cinco ambientes protagonizados por una escena y delimitados por un pasillo
La idea de que el espectador entre en la escena y forme parte de ella no es el objetivo que persigue, por muy sugerente que pueda parecer a priori. “Personalmente prefiero que no. Se mancha y se modifica la escena y no es lo que busco”, señala. “Además, me gusta la idea de invertir la realidad. La mayoría de las técnicas artísticas en al revés, se intenta que sea muy real, lo que quiero es lo contrario. Que los límites estén difusos. Por eso tampoco me gusta que el espectador entre en ellas”.
Las cinco escenografías se alejan de lo cinematográfico para adentrarse en algo muy reconocible: un puesto de castañas y una mujer comiendo sentada en un banco, una salita de estar de una casa y una pareja colocando los adornos de Navidad, un estudio con libros y una chica estudiando, un fragmento de una exposición con una persona viéndolo, y un chico tocando la guitarra en un bodegón. “Lo que tiene lo cotidiano es que todo el mundo se siente identificado. Es lo que busco, que la gente se vea”, subraya.
Feliz con el resultado y las críticas de esta aventura artística, admite que lo más complicado de Realidad pictórica es su explotación comercial ya que no se puede adquirir la instalación y trasladarla a una pared como se haría con un cuadro. “La idea es que la gente quiere retratarse de esta forma, que elijan una escenografía que les guste y posen dentro. De ahí se puede realizar un cuadro y un video”. También elabora escenas dentro de pequeños cajones que sí pueden trasladarse sin problemas. “Realidad pictórica es mejor de lo que yo pensaba. Al principio me asustaba la idea pero estoy muy satisfecha con el resultado”. Asegura que en contra de lo que muchos defienden no está todo inventado. “Siempre hay algo nuevo que crear”.
“LA COTIDIANIDAD”
Angela S. Casanova.
Del 3 al 30 de noviembre / Sala Alta
Horario de la exposición: de 10:30 a 20:30 horas.
Días en los que habrá modelos en la exposición: el día de la inauguración, 3 de noviembre. Sábado 12, sábado 19 y viernes 25 de noviembre, de 18.30 a 20 horas.
Si quiere saber más sobre esta novedosa propuesta artística, un vistazo al making off de las obras despeja la dudas: www.angelascasanova.com.