MURCIA Y LA GENERACIÓN DEL 27

Por Clara M. Miñarro.

LOS CLUBES DE LECTURA DEL REAL CASINO DISFRUTARON DE UNA RUTA LITERARIA POR EL CENTRO DE MURCIA

El Club de Lectura y el Club de Novela Negra del Real Casino, coordinados por Consuelo Mengual y Joaquín Pérez, respectivamente, realizaron una ruta literaria sobre la Generación del 27 por las calles más emblemáticas de Murcia, en cuanto a literatura se refiere. La marcha fue guiada por el profesor y escritor José Luis Martínez Valero, quien nos habló del poeta Jorge Guillén, protagonista de este encuentro.

“Toda  ciudad conserva la memoria de los que han vivido en ella, pero es borrosa. Murcia no ha sido especialmente cuidadosa con su patrimonio, calles y monumentos”, contaba el profesor. No obstante, advirtió, “conviene leer lo que se pueda. En Murcia, el principio del siglo veinte fue muy interesante, sobre todo culturalmente, no solo por la aparición de la Universidad y el Conservatorio, sino también por el impulso artístico, especialmente en literatura, música y  artes plásticas. Naturalmente también en arquitectura”.

El punto de partida de esta ruta literaria, a la que acudieron un nutrido grupo de lectores del Real Casino, fue en la plaza de Santo Domingo. José Luis Martínez explicó que se trataba de la antigua plaza del mercado que, durante el siglo XIII, estaba situada a las afueras de la ciudad. “Por aquel entonces, lo rodeaba el convento de las Anas, el de las Claras y el palacio de los Vélez, el cual, siglos más tarde fue derribado para dar lugar a la Gran Vía Alfonso X” añadió.


Hoy en día se pueden apreciar en la plaza de Santo Domingo importantes monumentos históricos como lo son el Palacio Almodóvar, el arco de la plaza, la Casa Cerdá o el Colegio Cierva Peñafiel


Hoy en día se pueden apreciar en la plaza de Santo Domingo importantes monumentos históricos como lo son el Palacio Almodóvar, el arco de la plaza, la Casa Cerdá o el Colegio Cierva Peñafiel. Además, el profesor mencionó dos de las calles con más trascendencia de la ciudad que conectan con la plaza: la Trapería y la calle de la Merced, siendo esta última la vía en la que vivieron Juan Guerrero Ruíz, creador de la revista Verso y Prosa, que, como apunta José Luis Martínez, “fue fundamental en el estudio de la Generación del 27”; y Raimundo de los Reyes, creador de la revista Sudeste.

Abandonamos la plaza de Santo Domingo y llegamos a la calle de la Aurora. Un lugar clave en esta ruta literaria debido al arco que en ella se encuentra. Nuestro guía contó con entusiasmo cuan admiración sentía el poeta Jorge Guillén por este arco, mientras recitaba el poema que escribió el autor durante su estancia en Murcia.

Así se llama: calle de la Aurora,

Puro el arco en el medio,

Cal de color azul

Aurora permanente que se asoma,

-sobre corro o motín-,

al barrio aquel del sur,

humilde eternidad por calle corta.

El profesor apuntó que, en el último verso, el poeta refleja su recuerdo de Murcia. Jorge Guillén es natural de Valladolid y ha recorrido países como Suiza, Italia y Francia, el motivo que lo atrajo al sureste de España, según Martínez Valero, fue la posesión de la Cátedra de Literatura en la Universidad de Murcia en el año 1926, aunque su estancia apenas se alargó hasta 1928. En aquel tiempo, recordó, Jorge Guillén hizo grandes amistades como lo fueron Juan Guerrero, José Ballester, Carlos Ruiz-Funes o los pintores Garay. El profesor explicó que el autor acudía al Real Casino y asistía a las tertulias en el Café Oriental entre músicos y escritores. Años atrás, entre 1915 y 1916, se produjo en Murcia la revolución de la Universidad y en 1919 la del Conservatorio. “Este importante acontecimiento provocó el nacimiento de grupos de intelectuales en los que Jorge Guillén también llegó a formar parte”, añadió.

Continuamos la ruta y pasamos por la calle Capuchinas número 6. Martínez Valero afirmó que, en ese lugar se encontraba el palacio del Marqués de Ordoño, el cual fue comprado y más tarde reformado por José Viudes, dando lugar así a la primera casa moderna de Murcia. El profesor contó que “Jorge Guillén se enamoró completamente de esa casa y vivió en ella tres años”.  “Aunque esta se encontraba a las afueras de la ciudad”, puntualizó.

Seguidos por el guía, el grupo se adentró en la calle de Santa Teresa. “Nombre que se debe a un antiguo convento del siglo XVII en el que se establecieron los Carmelitas Descalzas, Los Teresos” contaba. En ella pudimos observar dos de los edificios modernistas más significativos de Murcia: la casa de Díaz-Cassou y la casa de los nueve pisos; ambos obra de José Antonio Rodríguez. Este último, apuntó el profesor Pedro Olivares, fue edificado sobre los restos del antiguo Colegio de la Anunciata y albergó años después la fábrica de seda La Piamontesa.

Tras recorrer las calles y plazuelas literarias de Murcia llegamos al museo Ramón Gaya, el final del encuentro literario. En este lugar, donde las paredes albergan las historias pictóricas de su autor, se reprodujo una breve película titulada ‘Verso y prosa’ en una de sus salas sobre la vida de Jorge Guillén en Murcia.


 

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