MASONERÍA: 300 AÑOS DE HISTORIA Y MISTERIO

El Real Casino de Murcia acoge la exposición “Masonería y Sociedad”, que forma parte del programa conmemorativo de la fundación en 1717 de la primera Gran Logia del mundo en Londres


Por Concha Alcántara. Fotografías: GLE.

La masonería cumple 300 años de historia y, sin embargo, sigue envuelta en un halo de misterio que despierta curiosidad e inquietud a partes iguales. Juan Carlos Ortuño, director del Consejo Rector de la Gran Logia de España, “el segundo de a bordo de la masonería en España” (sólo por detrás del Gran Maestro), lo corrobora. Está a punto de salir de viaje a Latinoamérica para dar una serie de conferencias sobre masonería y señala que el interés que despierta es enorme. “La masonería es una escuela de vida. Uno llega ávido de encontrar cosas nuevas, de aprender. Tú eres una piedra bruta y aquí te dan una serie de herramientas para pulirte”, explica con entusiasmo vía telefónica mientras prepara la maleta. “Esas herramientas son traducibles después a la tolerancia, la prudencia, la sabiduría, etc. Yo llevo 22 años en la orden y no he parado de aprender”.


«La masonería es una escuela de vida. Uno llega ávido de encontrar cosas nuevas, de aprender. Tú eres una piedra bruta y aquí te dan una serie de herramientas para pulirte»


La historia oficial de la masonería comenzó a escribirse hace tres siglos. Hay una fecha clave, el 24 de Junio de 1717, que señala la fundación de la Gran Logia de Londres y Westminster, la primera del mundo que dio origen a la masonería moderna. A pesar de que el origen de la masonería se remonta a muchos siglos antes (algunos lo sitúan en el antiguo Egipto), cada logia iba por libre y aplicaba sus propias reglas hasta que cuatro de aquellas logias de la ciudad del Támesis decidieron unirse y establecer unos criterios comunes. Esa efeméride se va a conmemorar por todo el mundo con numerosos actos organizados por las logias durante los meses de mayo y junio. Entre ellos se encuentra la exposición “Masonería y sociedad”, que acogerá la Sala Alta del Real Casino de Murcia del 10 de mayo al 2 de junio y que organiza la Respetable Logia Simbólica Moriá 143 de Murcia, que forma parte de la Gran Logia de España (GLE). La finalidad es ofrecer una visión de la orden actual, explicar sus usos y costumbres, aclarar conceptos y lograr un acercamiento a la sociedad que aparte ese halo de misterio y ocultismo que les persigue.

“No hay nada extraño en la masonería, a pesar de lo que puedan decir algunas novelas”, asegura Ortuño. La exposición, que será inaugurada por el Gran Maestro de la Gran Logia de España, Óscar de Alfonso Ortega, tratará de explicar todos los aspectos de la historia y el ritual de una logia masónica y divulgar la idea de que la masonería no tiene nada que ver con lo que dicen los libros de Dan Brown, que no suele tener muchos fans entre los masones por su falta de rigor histórico. 

La Gran Logia De España

La masonería española ha tenido una historia especialmente dura hasta llegar a la actualidad, a diferencia de otros países de Europa o América, pues fue prácticamente exterminada durante el franquismo y muchos de sus miembros encarcelados o condenados a exiliarse. Como explica Javier Sánchez de Amoraga, que fue Gran Maestro Masón de la Gran Logia de España, “la masonería piensa que no hay monopolios de nadie y que la espiritualidad está en manos de todos, que tenemos derecho a desarrollar nuestra libertad de pensamiento y de conciencia. En regímenes absolutistas, políticos o religiosos, esto chocaba contra todo y de ahí las persecuciones”. De hecho, los masones también estuvieron perseguidos en la Rusia de Stalin o la Alemania de Hitler. Entre las críticas que han recibido a lo largo de la historia está la de un supuesto contubernio judeo-marxista-masónico con el objetivo de imponer el laicismo y acabar con la Iglesia Católica, de la que están excomulgados desde hace siglos.

No obstante, la Gran Logia de España (GLE) se adscribe en lo que llaman la masonería regular que se diferencia de la liberal, la otra gran corriente de la masonería, entre otras cuestiones por creer en un ser superior. “Judíos, católicos y musulmanes trabajamos juntos. También puedes creer en una energía superior, lo puedes llamar como quieras”, asegura Ortuño. Es decir, no puedes ser ateo. Otra de las características de la regularidad es que no admiten mujeres. “Ya sé que es nuestra lacra, pero también hay logias solo femeninas”, defiende. En las tenidas blancas (reuniones abiertas), las de reconocimiento conyugal y algunas cenas familiares sí se las invita. “Es un tipo de fraternidad y vas a trabajar. No buscamos otras cosas”.


“La masonería piensa que no hay monopolios de nadie y que la espiritualidad está en manos de todos, que tenemos derecho a desarrollar nuestra libertad de pensamiento y de conciencia»



La Gran Logia de España es heredera del legado del Grande Oriente Español, asociación masónica fundada en 1889 y que tras su regreso del exilio quedó fusionado con la regular. En la actualidad se calcula que son unos 3.000 miembros repartidos en varias logias (la mayoría en la GLE), una cifra que no ha parado de crecer en los últimos años pero que se aleja de los países en los que nunca fueron perseguidos como EEUU, donde hay más de un millón de masones. Señalan orgullosos que entre sus filas han contado con miembros ilustres de la talla de Mozart, Salvador Allende, Vicente Blasco Ibáñez, Walt Disney, Newton, Rubén Darío, Henry Ford, Oscar Wilde, John Wayne, Winston Churchill… En España, destacan nombres como Isaac Peral, Ramón y Cajal, o Sagasta. “El callejero de Madrid está lleno de nombres masones”, afirma Amoraga. Además, al menos catorce presidentes estadounidenses fueron masones, entre ellos George Washington y Franklin Roosevelt.

Ortuño asegura que para convertirse en masón solo hay que entrar en la página web (gle.com) y solicitarlo. Que logre su ingreso es otra historia. “Lo difícil es entrar en la logia y lo fácil salir”, subraya Ortuño. “Se te pone a prueba y la selección es exhaustiva”. De la entrevista con la persona interesada se encargan dos ‘aplomadores’, una suerte de examinadores ‘a plomo’ que después realizan un completo informe del solicitante. “Los informes de esas dos personas se votan por los hermanos para su admisión”, explica. El proceso suele durar de media un año y es complejo. De entre todos los que llaman a la puerta, solo tres de cada diez acaban llegando a la entrevista final con el maestro de la logia.


Lo que rechazan de forma taxativa es la imagen de hermandad elitista, con fines ocultos y ligada a los poderes fácticos


El que logra entrar, debe respetar escrupulosamente las normas de la hermandad, estudiar sobre todo tipo de materias que van desde la historia a la alquimia, escuchar mucho y hablar poco o nada, sobre todo al principio. “Es un proceso duro en el que hay que esforzarse mucho”, apunta Jesús de la Peña, uno de los miembros más jóvenes de su logia. Explica que ingresó en la masonería por inquietud personal y tradición familiar y que la dedicación merece la pena por todo lo que aporta. Muchos de los conceptos masónicos se trasmiten solo de forma oral, por lo que hay que memorizarlos de tanto oírlos en las tenidas, las reuniones masónicas cargadas de símbolos que se celebran al menos una vez al mes y que suelen extenderse hasta la madrugada. Cada cierto tiempo se pasan pruebas en las que se va ascendiendo en la escala masona, que tiene 33 grados y está dividida en aprendiz, compañero y maestro, con varios grados para cada nivel. Si uno se aplica, señala De la Peña, se puede ascender de grado con relativa rapidez.

Lo que rechazan de forma taxativa es la imagen de hermandad elitista, con fines ocultos y ligada a los poderes fácticos. Dicen que la masonería es una sociedad discreta que ofrece a cada persona lo que busca, pero en cualquier caso es requisito sine qua non para los candidatos ser buenas personas y tener el objetivo claro de pulirse, de sacar lo mejor de sí mismos. Nada más y nada menos. Los arribistas o aquellos que buscan ocultismo y prácticas misteriosas no son bienvenidos. «Buscamos hombres buenos para hacerlos mejores», remarca Ortuño.

CONCEPTOS BÁSICOS
Masonería regular e irregular: la Masonería regular que se denomina anglosajona está encabezada por la Gran Logia Unida de Inglaterra. No admite mujeres, es requisito imprescindible la creencia en un ser superior y no se puede hablar de política ni religión. La corriente liberal o adogmática tiene su principal exponente mundial en el Gran Oriente de Francia y sí admite mujeres. Tiene el principio de libertad absoluta de conciencia y se puede hablar de cualquier tema.
Tenidas: son las reuniones que realizan los masones, al menos una vez al mes, en el Templo de la Logia para realizar los trabajos masónicos. Hay rituales establecidos y no pueden entrar «profanos» ni mujeres en el caso de la masonería regular. Se sigue un orden establecido por tradición y muchas de sus partes se trasmiten exclusivamente de forma oral. Los miembros se llaman entre ellos ‘hermanos’.
Gran Arquitecto del Universo: expresado habitualmente con el acrónimo GADU, es un símbolo tradicional en masonería cuyo contenido, interpretación y relevancia varían según la corriente masónica de que se trate.
Grados: Aprendiz – es el primer grado, el de los iniciados; Compañero – es un grado intermedio, donde el masón se dedica a aprender; Maestro – es el Tercer grado, en el cual se requiere que el masón participe en la mayor parte de los aspectos de la logia y de la masonería. Regalías: mandiles, guantes, espadas y otros utensilios que utilizan en las tenidas.

EXPOSICIÓN ‘MASONERÍA Y SOCIEDAD’
Del 10 de mayo al 2 de junio / Sala Alta. Contará con una colección de material ritualístico como mandiles simbólicos, regalías del supremo consejo y medallas de las logias de la orden; y paneles expositivos de la historia de la sociedad. Además, incluirá una colección de obras de arte como Mutus Liber Latomorum (el libro mudo de la Francmasoneria de 1765); la colección de láminas de escudos de armas del Supremo Consejo, una muestra de libros y documentos antiguos cedidos por el Archivo de Salamanca y una colección de mandiles antiguos del siglo XVIII Y XIX. “Hemos elaborado un programa muy completo para dar a conocer la masonería tal cual es”, dice el organizador, Jesús de la Peña, que forma parte de la Logia Simbólica Moriá 143 de Murcia.
El programa conmemorativo en Murcia se completará con las jornadas de conferencias que acogerá la Facultad de Letras de la Universidad de Murcia, la exposición de arte contemporáneo masónico que estará ubicada en Las Claras y el ciclo ‘Cine y Masonería’ que dará una visión cinematográfica sobre la masonería con tres sesiones en la Filmoteca Regional.


@ConchaAlcántara

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