Salud en el Antropoceno, por Trinidad Herrero
Hace 100 años, el 22 de diciembre de 1924, Radio Barcelona transmitió por primera vez el sorteo nacional de la Lotería. En años sucesivos le siguieron otras emisoras que incluso colocaron altavoces en las fachadas para que fuera seguido por los viandantes. Mucho ha llovido desde entonces y las tecnologías han secundado este fenómeno de masas, principalmente las televisiones y las redes sociales transmiten los sorteos en vivo y en directo.
La Lotería Nacional es un juego de azar que goza de alta popularidad. Se engloba dentro de “Loterías y Apuestas del Estado”, que depende del Ministerio de Hacienda. Pero en España, la historia de estos juegos se remonta al siglo XVIII, cuando Carlos III instauró la “Lotería Real”, por Real Decreto de 30 de septiembre de 1763, celebrándose el primer sorteo el 10 de diciembre de ese año. Sus beneficios revertían al Estado para contribuir a los gastos de los “Hospitales, Hospicios y otras Obras Pías y Públicas”. En aquella época la sede de Loterías estaba en la Plaza de San Ildefonso, eran solo 90 números (90 bolas numeradas) y, en el sorteo, un niño con los ojos vendados, sacaba 5 bolas de la bolsa.
La Lotería Nacional fue casi cincuenta años posterior: nació en Cádiz, el 4 de marzo de 1812, dos semanas después de la promulgación de “La Pepa”. La idea, seis meses antes, fue de D. Ciriaco González Carvajal, quien vislumbró la oportunidad de incrementar los ingresos a las arcas del Estado después de la Guerra de la Independencia, sin que los contribuyentes lo sintieran. Así, el 28 de febrero de 1814 el sorteo se celebró en Madrid, como sede de la Lotería Nacional, y en 1818 se hizo coincidir con la época navideña como Sorteo Extraordinario de Navidad, lo que se ha convertido en una tradición.
Desde el sistema de sorteo a la numeración de las bolas, los avances tecnológicos se han ido incorporando a la Lotería. Al percatarse de que el peso de las bolas variaba según el número que se grabase, fueron perfeccionando el proceso y, de ser grabadas a mano, pasaron a grabarse a fuego hasta que, actualmente, se utiliza el láser, consiguiendo que todas tengan exactamente el mismo peso y que ninguna tenga más posibilidades de caer. Igualmente, se ha mejorado el sistema de bombos, pero para el Sorteo de Navidad se utiliza el tradicional.
La probabilidad de ganar “El Gordo” como primer premio (denominación popular por el humor y picaresca española) es solo de 1 en 100.000. Sin embargo, cada año, millones de personas jugamos a la Lotería de Navidad con anhelos de éxito. Así ¡que Dios reparta suerte! … Y sobre todo prosperidad, felicidad y salud.