El Dr. Antonio Rosino Sánchez está al frente de la Unidad de Próstata del Hospital Mesa del Castillo, una unidad médica y quirúrgica altamente especializada que sitúa al hospital murciano como un referente en el tratamiento de este tipo de enfermedades. Urólogo especializado en cáncer de próstata y salud sexual, el Dr. Rosino es también director de la Unidad de Cáncer de Próstata y de la Unidad de Salud del Varón Maduro y Andrología del Hospital Morales Meseguer. En esta entrevista nos habla de su trayectoria y las motivaciones que le han llevado hasta el momento actual.
¿Por qué medicina y por qué urología?
Desde luego no es por seguir una tradición familiar, en mi familia todos son de “letras”. Desde pequeño quise ser médico y nunca me planteé otra profesión. Siempre me gustaron las especialidades quirúrgicas, pero en quinto de carrera descubrí la urología y fue como un amor a primera vista. Desde ese momento supe que quería ser urólogo y más de 20 años más tarde no me he arrepentido ni un solo día. Me encanta mi trabajo.
Tiene formación especializada en Gran Bretaña, Bélgica y Estados Unidos. ¿Qué destaca de su experiencia en el extranjero?
Cada sistema sanitario tiene sus virtudes y sus defectos; no hay sistemas perfectos. He aprendido mucho de cada una de mis experiencias en el extranjero, pero destacaría cómo en cada país se dan soluciones distintas a un mismo problema. Eso abre mucho la mente y aporta una gran versatilidad a la hora de afrontar los diferentes tratamientos para los pacientes.
Todo tratamiento médico necesita un profundo conocimiento científico de la enfermedad, pero también una importante dosis de humanidad
El Hospital Morales Meseguer debe ser una escuela intensiva de aprendizaje a través de la experiencia. ¿Cómo es el día a día?
Es un hospital en el que siempre hay un ritmo frenético de trabajo, aún más acentuado en estos meses de pandemia. Siempre he dicho que tengo la enorme suerte de trabajar con grandes profesionales médicos de enfermería y sanitarios. No sé si España tiene la mejor sanidad del mundo, pero sí dispone de unos profesionales sanitarios bien formados, motivados y que se esfuerzan al máximo por sus pacientes.
¿Qué ventajas tiene la medicina privada que ejerce en el Hospital Mesa del Castillo?
Calidad, tratamiento altamente personalizado y muy profesional. Además, tiene ese toque de empresa familiar que hace que todo sea mucho más humano y cálido.
¿Qué le impulsó a crear la Unidad de Próstata en el Hospital Mesa del Castillo?
Al trabajar en distintos hospitales y en distintos países, he observado muchas maneras diferentes de enfocar la sanidad. Llevaba un tiempo rondándome por la cabeza que quería ofrecer algo novedoso, una medicina que tuviese como pilares una alta calidad y la superespecialización. En el fondo ambos conceptos están unidos (ya sabe; “aprendiz de mucho, maestro de poco”), así que propuse la idea de crear una unidad de medicina privada de alta calidad al Hospital Mesa del Castillo y la aceptaron y apoyaron encantados.
Usted trata muchos pacientes con cáncer. ¿Cuánto de psicólogo tiene un especialista en enfermedades tan graves?
Toda enfermedad tiene una parte física y otra parte de actitud o psicológica, es decir el “cómo estás” y el “qué tal lo llevas”. Ambos aspectos son muy importantes y todo tratamiento médico necesita un profundo conocimiento científico de la enfermedad, pero también una importante dosis de humanidad. Yo procuro acompañar a mis pacientes durante el recorrido que supone el tratamiento para que sientan que no están solos y que siempre me tienen ahí para escuchar sus necesidades e inquietudes.
La Unidad de Próstata de Mesa del Castillo ofrece diagnóstico avanzado y tratamientos de primer nivel. ¿Ya no hay que viajar a Madrid, Navarra o Barcelona para obtener las máximas garantías?
La calidad técnica y profesional que ofrecemos ahora mismo en la Unidad de Próstata del Hospital Mesa del Castillo es de máximo nivel, no tiene nada que envidiar a otros centros nacionales o internacionales.
¿Cómo de importante es detectar el cáncer de próstata en sus primeras fases?
Es crucial. Actualmente solo somos capaces de curar aquellos tumores de próstata que están en fases localizadas, es decir, dentro de la próstata. Y en estas fases tan precoces de la enfermedad prácticamente no hay síntomas, por lo que la mejor manera de detectar un tumor en fases iniciales es ir al urólogo para realizar una revisión prostática.
¿Hay forma de detectar el cáncer de próstata antes de que aparezca?
Realmente no podemos prevenir o predecir la aparición de un cáncer de próstata antes de que aparezca. Lo que sí podemos es detectar mediante pruebas poco agresivas y en fases muy iniciales, con pruebas poco agresivas. Uno de los métodos que podemos usar es la biopsia líquida; otra es la resonancia multiparamétrica de próstata.
Los hombres siguen siendo muy reacios a realizar revisiones con el urólogo. Es fundamental el diagnóstico y tratamiento precoz para evitar problemas de salud más graves en el futuro
Las secuelas principales de los tratamientos del cáncer de próstata son la incontinencia y la disfunción eréctil. ¿Hay soluciones?
Sí. Lo principal es prevenir la aparición de estas secuelas con los tratamientos. En casos de tumores de próstata diagnosticados en fases iniciales, somos capaces de realizar tratamientos muy selectivos que evitan en gran medida el desarrollo de la incontinencia o de la disfunción eréctil. En el caso de que no podamos ofrecer tratamientos selectivos y estas secuelas ocurrieran, podemos ofrecer varios tratamientos que permiten que la mayoría de los pacientes puedan recuperar su normalidad en ambos aspectos.
Se dice que los hombres son más despreocupados a la hora de acudir a revisiones preventivas. ¿Está cambiando esta dinámica?
Sí, pero lentamente. Las mujeres nos ganan por goleada en este aspecto, ya que tienen muy asumidas las revisiones ginecológicas y el diagnóstico precoz del cáncer de mama. Curiosamente, el diagnóstico precoz del cáncer de próstata salva más vidas que el del cáncer de mama y sin embargo los hombres siguen siendo muy reacios a realizar revisiones con el urólogo. Esperemos que en el futuro aumente la concienciación de que el mejor tratamiento es la prevención.
¿Qué mensaje suele transmitir a sus pacientes?
Siempre digo que los varones deben ir al urólogo cuando se encuentran bien precisamente para seguir estando bien durante muchos años. En los problemas de salud prostáticos es fundamental el diagnóstico y tratamiento precoz para evitar problemas de salud más graves en el futuro.