Después de casi 60 años de compra de inmuebles y obras de ensanche y ampliación, en 1901, el Casino de Murcia abrió, por fin, su entrada principal por la Calle Trapería (entonces llamada Calle del Príncipe Alfonso). A la fachada modernista, diseñada por el arquitecto Pedro Cerdán, aún le faltaban algunos detalles, por lo que su finalización total se estableció en 1902. Correspondió al entonces presidente de la institución Jesuado Cañada Baños y a su predecesor, Angel Guirao Guirada, la inauguración de las obras.
Ese mismo año el Ayuntamiento decidió peatonalizar la calle que se convirtió en centro del comercio y la vida social murciana, lugar de encuentro de gentes que disfrutaban de la agradable sombra que proporcionaban aquellos añorados toldos. El Casino era entonces el alma de una calle que rebosaba vida, y después de más de 100 años, sigue siendo el corazón de Trapería y uno de los edificios más importantes de la ciudad de Murcia.