PERFIL DEL SOCIO. Por Pedro A. Campoy
Francisco Martínez Manzano nació en Puebla de Soto, pedanía de nuestra querida Murcia, donde estuvo viviendo hasta que, al casarse, se trasladó a la capital murciana. Además de haber sido funcionario del Ayuntamiento y de la Comunidad Autónoma, impartió clases de economía en centros de Formación Profesional; y disfruta ahora de su familia: cuatro hijos y ocho nietos.
¿Qué estudió?
Estudié bachillerato. Era en aquellos tiempos un crío con tres hermanos.
Y pronto buscó una carrera.
Mi padre me eligió una buena carrera de comercio, no de vocación. Entré en la Escuela de Comercio, y después estudié Económicas. Al principio me formé para profesor mercantil, estableciéndome en la Facultad de Ciencias Económicas y consiguiendo la licenciatura.
Lo más importante fue ingresar en el Ayuntamiento de Murcia con 18 años. Tras los estudios, pasé al Cuerpo Técnico Administrativo con diferentes puestos de trabajo, llegando ser de la Tesorería. También fui funcionario de la Comunidad de Murcia en el departamento de Intervención General.
Hábleme de su persona.
Recuerdo dos facetas: una buena, con el nacimiento de mis hijos –dos–, y de mis hijas, –otras dos–, y mis ocho nietos; y una triste: el fallecimiento de una nieta de tres meses.
¿Y la faceta más importante?
Tener una familia con cuatro hijos y ocho nietos, que me ilusionó. Y llegar a un buen puesto, realizándome profesionalmente lo mejor posible.
¿Cuál fue la ilusión de su vida?
Ser escritor, viajar y hacer deporte para aumentar la capacidad cognitiva, destacando la natación. Soy un poco nervioso, pero procuro dominarlo. También impartí clases de materia económica en centros de Formación Profesional.
¿Su plato preferido?
Me gusta comer bien, pero el mejor plato es arroz y conejo.
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Me hice Socio y conocí las diferentes actividades que disfruto con mis amigos, aumentando la capacidad cognitiva que mejora la salud. Fue un acierto, pues nos reunimos, charlamos y se nos pasa el tiempo volando.
Para terminar, ¿cuál es hoy su mayor ilusión?
Vivir cada día con mi familia y amigos, con añoranza de mis años de niñez.