LAS RECETAS DE MI ABUELA, QUE SOY YO. Por Juanita Banana.
Es un plato vegetal tradicional de la huerta mediterránea con ligeras variantes regionales. Mi padre agregaba tomate asado, pero creo que le añade demasiada agua. Como muchos de estos platos sencillos, alcanza su plenitud tras unas horas de reposo al frío, incluso el día después, cuando se mezclan los sabores de cada ingrediente y el ajo y el comino perfuman toda la ensalada.
El pimiento es el rey de esta sencilla ensalada: contiene muchas vitaminas y minerales que aportan energía en forma de carbohidratos; es rico en vitaminas C, A, E, B1, B2, B3, B6, y en ácido fólico; tiene un gran poder antioxidante; es bajo en calorías (19 kcal/100 g) y es muy rico en fibra, lo que genera sensación de saciedad. Iría muy bien para bajar esos kilos de más si no fuera porque el sopeteo con pan es adictivo. Háganme caso y coman de manera saludable pero no se obsesionen con la línea y los kilos de más. Recuerden que a ciertas edades, a casi todas diría yo, la carne sobre el hueso reluce como un espejo, y que se ha de ser moderado hasta con la moderación.
Y como casi todas las hortalizas, en especial las de nuestra huerta, el pimiento es barato, lo que en estos tiempos de crisis no viene nada mal.
Esta ensalada es ideal para acompañar una carne o un pescado a la plancha o a la parrilla, unos calamares, por ejemplo, o para comer sobre una tostada de pan (no me gusta esa moda de llamar “tosta” a lo que siempre hemos conocido como tostada). Ah, y no caigan en esa cursilada tan actual de servir la ensalada en un trozo de pizarra pues van a poner el mantel hecho unos zorros.
Una vez hecha aguanta en el frigorífico una semana larga, por lo que es un plato de recurso de última hora. “Anda, quedaos a cenar, que tengo un jamón y una ensaladica de pimientos asados que están de muerte”.
“Ah, y una botellica de tinto, por supuesto”.
Ingredientes:
– 1 pimiento verde
– 1 pimiento rojo
– 1 berenjena
– 1 cebolla
– 1 diente de ajo
– un puñado de olivas negras de cuquillo
– aceite de oliva
– sal
Opcionales:
– un pellizco de comino
– una pizca de pimentón ahumado
– unas migas de bacalao
– una sardina en aceite o de bota
Preparación:
Precalentamos el horno a 200 grados. Colocamos en la bandeja de horno los pimientos, la berenjena y la cebolla pelada y partida en dos, y los abrillantamos con unas gotas de aceite. Horneamos durante 45 minutos.
Sacamos la bandeja del horno y dejamos enfriar quince o veinte minutos.
Pelamos la berenjena y los pimientos y les quitamos las semillas. Troceamos todo en juliana gruesa y lo ponemos en un bol. Despreciamos la capa exterior de la cebolla, la troceamos en juliana y la incorporamos al bol. Picamos grueso el diente de ajo y lo incorporamos. Añadimos sal y un chorro generoso de aceite. Finalmente, incorporamos un puñado de olivas negras de cuquillo. Mezclamos todo con una cuchara y dejamos enfriar en el frigorífico.
Opciones: Hay quien añade un pellizco de comino picado, o una pizca de pimentón ahumado, o unas migas de bacalao, en cuyo caso hay que moderar la sal. También se puede servir con una sardina en aceite o una de bota por ración. O con dos huevos fritos, o con lo que le dé la gana, que esta ensalada va bien con todo.
SÍRVALO FRÍO Y NO OLVIDE SOPETEAR.