
David Cools es belga pero sus raíces maternas son de la Región, en concreto de Cartagena. También es neuropsicólogo, pero pudo cultivar su gran vocación estudiando su carrera musical en el conservatorio. Si embargo, afirma aplicar sus conocimientos académicos para sus recitales. Así consigue controlar los nervios antes de las grandes audiciones.
Con su ópera recital de piano celebrada en la Sala Alta del Real Casino, Cools logró conquistar a la multitud de asistentes como público. Rodeado de arte y del ambiente elegante que envuelve la Sala, el pianista interpretó su concierto con pasión y virtuosismo.
Tardó más de un año en armar este viaje que habla de la vida misma trasladada a la música, con armonías y con carácter.
Tal y como explicó minutos antes de que comenzase la función, el repertorio escogido para su propuesta ‘Luz y Sombra’ no está seleccionado al azar. Tardó más de un año en armar este viaje que habla de la vida misma trasladada a la música, con armonías y con carácter. Un viaje muy influenciado por la música española y que comenzó con la Serenata Andaluza de Manuel de Falla y que trasladó la Sala Alta a los jardines de la Alhambra de Granada bañados por el sol de verano.
No obstante, la oscuridad y las sombras también estuvieron bien reflejadas en su concierto con dos conocidos Claro de Luna, el de Beethoven y el de Debussy, sus grandes referentes musicales; con el Adios Nonino de Piazzolla, un tango oscuro y lóbrego que compuso para honrar a su padre fallecido; o con Chopin y su Nouvelle étude No.1, pieza creada en la isla de Mallorca.

Con este repertorio variado, el belga trajo al Real Casino de Murcia una mezcla de grandes clásicos s que combinó con otros temas menos conocidos como la transcripción de Liszt del Preludio de Bach o la Balada Op. 38 de Chopin. Un conjunto de obras que, junto con las explicaciones del artista antes de cada interpretación, supusieron una experiencia musical sublime y delicada.
Un recorrido de lo claro a lo oscuro que finalizó al cabo de una hora con el Rondo Capriccioso de Mendelssohn y con la ovación cerrada de toda la audiencia. Los asistentes a la ópera recital de piano destacaron el entusiasmo y el ímpetu que el artista puso en el concierto, así como la gran calidad musical con la que fueron deleitados.