EDUCACIÓN y FUTURO. Por Juan Pérez Cobacho.
Nos metemos en un tema en el confluyen opiniones diversas y encontradas. Es difícil de resumir pero quizá, al final, usted podrá tener su propia opinión fundamentada en alguno de los argumentos que aquí recogeremos. Aunque hablamos de deberes en realidad es un trabajo personal del alumno que pretende formarle mejor.
La actuación sobre los deberes es muy diferente de unos centros a otros, con pluralidad de opiniones de padres, profesores, alumnos y entorno.
EN CONTRA DE LOS DEBERES
• Los niños tienen que descansar, jugar, desarrollar sus aficiones y centrarse en la realidad de su entorno.
• Los profesores mandan demasiados deberes y los niños tienen que estar cuatro horas diarias haciéndolos.
• No hay coordinación entre los profesores ni acuerdo sobre el límite de tiempo.
• Los deberes no tienen valor pedagógico y además fomentan la desigualdad entre los niños que cuentan con ayuda y los que no la tienen.
• Los deberes no sirven para crear hábitos.
• Comparan con Finlandia, que tiene éxito escolar con menos horas de clase que los españoles y sólo media hora de deberes.
• Consideran que la culpa es del sistema educativo español al que valoran como fracasado.
• Los padres no pueden ocuparse de ayudar a los hijos en los deberes.
• Los niños terminan muy cansados y odiando los deberes y el colegio.
• Los deberes obligan a los padres a dedicar más tiempo a sus hijos y no disponen de él.
• Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), los niños españoles se sienten muy presionados por los deberes, lo que les produce estrés, problemas de salud y síntomas psicológicos.
A FAVOR DE LOS DEBERES
• Los deberes, de forma comedida, ayudan a los niños a ser más responsables.
• Esto obliga a los profesores a ponerse de acuerdo entre ellos para que el trabajo diario que encargan no sea excesivo, porque puede generar el rechazo del alumno y de su familia.
• Los profesores deben estar de acuerdo sobre el tiempo de cada día. Por ejemplo, treinta minutos en Primaria y entre una o dos horas según se sube de curso en Secundaria.
• Es una forma de planificar el tiempo y crear hábitos de trabajo y esfuerzo.
• Si cada día se van cumpliendo los deberes, el niño obtiene el reconocimiento de su familia, de sus profesores y puede sentirse orgulloso de sí mismo.
• El tema de los deberes debe ser tratado con los tutores, con lo que facilita la relación de los padres con el centro educativo.
• Los niños que no hacen deberes se pasan el tiempo delante de la TV viendo dibujos o jugando con su PlayStation; perdiendo el tiempo.
• Si no hacen deberes pueden leer, realizar otras actividades musicales, físicas, teatro, etc.
• Hay que evitar que los niños se dediquen a hacer el vago.
• Se supone que los deberes son una forma de reforzar algún conocimiento o reflexionar sobre algún contenido tratado en clase.
• Las opiniones de los padres, la motivación y el apoyo afectivo son puntales positivos en la formación del hijo.
• Según la OCDE (Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica) casi todos los países tienen deberes y según PISA (Programme fon International Student Assessment), a partir de cuatro horas semanales el tiempo adicional tiene un impacto insignificante en el rendimiento.
CONCLUSIONES
Después de lo expuesto, cada lector sacará sus conclusiones, no obstante también quiero exponer las mías.
Aunque también ha habido opiniones negativas sobre los deberes por parte de algunos psicopedagogos, mi experiencia personal como profesor en todos los niveles educativos, incluida la universidad, me indica que los deberes son positivos siempre y cuando se dispongan de algunas características efectivas tales como las siguientes:
1. Hay acuerdo entre los profesores sobre las tareas y el tiempo a dedicar cada día: entre 30 y 60 minutos según nivel.
2. El profesor está seguro de que el alumno comprende el trabajo a realizar. En caso contrario ofrece un refuerzo.
3. El trabajo personal está relacionado con los contenidos vistos en clase o con el objetivo de fomentar la creatividad.
4. Cada día el profesor corrige las tareas encomendadas fijándose más en la calidad que en la cantidad y valorando, públicamente, el esfuerzo.
5. La actividad encargada mejora la comprensión, los hábitos de estudio y la actitud hacia los aprendizajes.
6. Se observa que el alumno mejora su organización y estimula su curiosidad por algunos temas concretos.
7. Aumenta la colaboración de los padres con el centro educativo y el apoyo a su hijo.
8. No fomenta la desigualdad sino que aumenta la colaboración.
9. Los alumnos son diferentes y la asignación de trabajos debe estar en relación con sus posibilidades cognitivas.
10. Hay que prever que el alumno se sienta atraído por la tarea y satisfecho de haberla realizado.