Por Pilar García Cano.
En la prensa aparecen periódicamente noticias relacionadas con la reducción horaria de los docentes, aunque siempre de forma incompleta. La Consejería de Educación, según han publicado algunos medios, se plantea abordar el asunto con el Ministerio. Como me parece que es un tema de interés social, voy a exponer mi punto de vista.
Los horarios de los docentes se dividían en tres apartados: horario lectivo, dedicado a dar clase a alumnos; de obligada permanencia en el centro, para tareas de coordinación y otras; y horario fuera del centro para preparación de clases, exámenes…
En Educación Secundaria, el horario lectivo histórico era de 18 a 21 horas. Esto es debido a que la mayoría de las asignaturas que se imparten a los alumnos son de tres horas semanales, y 18 es múltiplo de tres, (hasta 21 tenían carácter extraordinario). Un profesor impartía clases, generalmente, a seis grupos de alumnos. Esto funcionaba sin quejas de profesores ni familias.
Los acuerdos de la Consejería de Educación con los sindicatos de 2006 y 2008 reducen el horario lectivo a 17 horas, y hasta 19 de forma extraordinaria. Todos sabemos que 17 no es múltiplo de tres y que a un grupo de alumnos no le pueden dar la misma materia varios profesores.
NADIE HA DEMOSTRADO QUE EL INCREMENTO DE LA PLANTILLA DE DOCENTES TENGA INCIDENCIA EN LA CALIDAD EDUCATIVA
Como los acuerdos también contemplaron la reducción de dos horas lectivas para los mayores de 55 años y las tareas del apartado de obligada permanencia pasaron a ser de cómputo lectivo, lo normal fue que un profesor impartiera su materia a cuatro grupos de alumnos.
Si para dar clase a doce grupos eran necesarios dos profesores, con los acuerdos sindicales pasaron a ser necesarios tres. Un instituto que tuviera 90 profesores necesitaría unos 120.
Según datos del Consejo Escolar de Murcia, de 5.464 profesores, en el curso 2005/2006, se pasaron a contratar a 6.303 en el 2007/2008.En los centros de Infantil y Primaria el horario tradicional del profesorado era de 25 horas, igual que el de los alumnos.
Los acuerdos sindicales reducen el horario a 23 horas, pero incluyendo una hora de tutoría como cómputo lectivo, igualmente se reducen dos horas para mayores de 55 años. Como los maestros especialistas son minoría, sus horarios están muy ajustados. Hay colegios pequeños que tienen maestros compartidos con otros centros con reducción horaria, además de otras circunstancias. Esto provocó que las plantillas se desencajaran completamente.
Para cubrir las necesidades según el Consejo Escolar de Murcia, pasamos de 8.115 maestros en el Curso 2005/2006, a 9.534 en el 2007/2008. En total, los docentes nuevos contratados fueron 2.258, que con un coste medio de 35.000 euros anuales, suman unos 79 millones de coste adicional. Estos acuerdos contemplaban también un incremento salarial por productividad añadida de 175 euros mensuales, aplicándose a todos los docentes, suponiendo otro gasto de más de 33 millones de euros.
Como no había dinero para pagarlo, anualmente fue aumentando la deuda regional. Agobiados por el déficit económico y la aplicación de la Ley 5/2010 de 27 de diciembre de ‘Medidas Extraordinarias para la Sostenibilidad de las Finanzas Públicas’, y tras haber aplicado con anterioridad los recortes más grandes conocidos en becas de libros y comedor, cuando se aplazó su aplicación, ya habíamos contribuido a aumentar en unos 500 millones de euros la deuda regional.
Como todo lo que se mete en la red pública se consolida rápidamente, desmontarlo supuso un problema de enorme envergadura, todavía no bien resuelto, y nadie ha demostrado que el incremento de plantillas tuviera ninguna incidencia en la calidad educativa.
En educación hay que gastar, pero con orden, responsabilidad y mesura.