«LA CIUDAD DEL SABER» DONDE NOS ESPERAN 2000 AÑOS DE HISTORIA.
EL TROTAMUNDOS DEL CASINO. Por Eliseo Gómez Bleda.
Recientemente visité por segunda vez Alcalá de Henares y si la primera vez me gustó, esta última me maravilló. De hecho, ya tenía preparado mi nuevo destino para este número de la revista, pero he preferido cambiarlo para viajar con vosotros a esta ciudad que yo creo que es “la gran desconocida”.
Una diferencia importante entre mi primera visita y esta última es que fui acompañado de un gran guía que nos enseñó y nos explicó todos sus misterios. Es imperdonable que muchos de nosotros no conozcamos esta ciudad llena de historia. Su fundación se remonta a la época de los celtíberos, aunque su relevancia comenzó con la llegada de los romanos, que le dieron el nombre de Complutum.
Alcalá es Patrimonio Mundial de la Humanidad y es una de las nueve ciudades de España que la Unesco ha clasificado como “únicas”
Han pasado por ella varias culturas de las cuales tres -cristiana, musulmana y judía- llegaron a convivir al mismo tiempo hasta el momento de las expulsiones de los siglos XV y XVII, por lo que también es conocida como “La ciudad de las tres culturas”. Alcalá es Patrimonio Mundial de la Humanidad y es una de las nueve ciudades de España que la Unesco ha clasificado como “únicas”.
Por sus calles y aulas han pasado Calderón de la Barca, Francisco de Quevedo, Lope de Vega, San Ignacio de Loyola, San Juan de la Cruz, Tirso de Molina y un sinfín de nombres ilustres. Pero quizá el más famoso de sus hijos fue Miguel de Cervantes, nacido aquí en 1547.
Visitamos la que al parecer fue su casa, situada en la calle Mayor. Se trata de una construcción del siglo XVI a la que se accede a través de un bonito patio de columnas renacentistas, típico de las casas hidalgas del Siglo de Oro. Alrededor hay varias estancias: cocina, comedor, estrado de las damas y una sala con aparatos médicos, que pertenecieron al padre de Cervantes.
En la ciudad hay casi 30.000 estudiantes, por lo que hay un gran ambiente estudiantil
Antes de empezar el recorrido por la ciudad os voy a dar algunos detalles de Alcalá de Henares. Está solamente a unos 30 kilómetros de Madrid. Podemos ir en coche, en autobús o tren de cercanías desde la capital. En este último se tardan unos 39 minutos y el precio de ida y vuelta son unos 7 euros.
Llegando a primera hora de la mañana y volviendo a media tarde nos daremos una idea de lo maravillosa que es esta ciudad. Si queréis vivirla un poco más a fondo os recomiendo pasar una noche en ella.
Una de las cosas que más me gustó fue su gran ambiente estudiantil. Por donde vayamos nos encontramos con gente joven, de diversas nacionalidades, que le dan a la ciudad una alegría de vivir y una atmósfera desenfadada. Son casi 30.000 estudiantes los que cursan estudios en esta ciudad.
Suponiendo que lleguemos en tren, como fue mi caso, nos dirigimos al Paseo de la Estación, donde está el bonito palacete Laredo, de estilo neogótico-mudéjar, construido para uso particular en el siglo XIX. Actualmente es la sede del Museo Cisteriano. El palacio está lleno de misterio y secretismo ya que su propietario, alcalde de Alcalá, se hizo construir varias falsas paredes y pasadizos.
El edificio principal de la Universidad de Alcalá es el Colegio de San Ildefonso, sin duda la construcción más hermosa de Alcalá, la cual está abarrotada de conventos y colegios mayores y menores. Esta Universidad fue fundada en el año 1499 por el Cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, ministro de los Reyes Católicos, siendo la tercera más antigua de España. El propio Cardenal dirigió personalmente su creación, pensando en un triángulo de poder, en el que Madrid fuese la capital administrativa, Toledo la religiosa y Alcalá la cultural, siendo esta última la primera ciudad universitaria planificada del mundo, con edificios y calles propias.
El edificio principal de la Universidad de Alcalá es el Colegio de San Ildefonso, sin duda la construcción más hermosa de Alcalá, la cual está abarrotada de conventos y colegios mayores y menores
La Universidad vivió su época de esplendor en los siglos XVI y XVII, convirtiéndose en uno de los puntos de referencia académica de Europa. Su fachada plateresca es una joya, junto a su paraninfo y sus tres patios centrales: el de Santo Tomás de Villanueva, el de los filósofos y el trilingüe, este último llamado así porque en sus aulas se estudiaban las tres lenguas clásicas: latín, griego y hebreo. Desde el patio trilingüe se accede al precioso paraninfo, donde el Rey hace entrega todos los años del premio Cervantes de Literatura.
Debemos visitar la capilla del Colegio para ver el mausoleo de mármol de carrara del Cardenal Cisneros, aunque sus restos están en la Catedral de Alcalá, “La Magistral”.
Justo al lado del Colegio de San Ildefonso está la majestuosa plaza de Cervantes, que es el centro de su casco histórico. Aquí se celebraba el mercado semanal y las corridas de toros. En la plaza se encuentra el Ayuntamiento, que era el antiguo Convento de Agonizantes, donde podemos ver la partida de bautismo de Cervantes. Otro famoso edificio en la plaza es el Corral de Comedias, el teatro en funcionamiento más antiguo de Europa, construido en 1601 y donde las mujeres estaban colocadas separadas de los hombres.
Frente al Ayuntamiento se encuentra el Círculo de Contribuyentes, que es propiedad de la Sociedad de Condueños, fundada por un grupo de vecinos alcalaínos en el año 1851, con el objetivo desinteresado de salvar los edificios de la Universidad que iban a ser subastados y llevados piedra a piedra fuera de la ciudad. Los compraron por 80.000 reales y así han podido llegar hasta hoy. En el mismo edificio se encuentra el Casino.
Su calle Mayor es la calle con soportales más larga de España y la segunda de Europa
Otra de las cosas que nos llamó la atención fue su calle Mayor, que es la calle con soportales más larga de España y la segunda de Europa. Se construyó sobre el trazado de la calzada romana Caesar Augusta. Es una calle llena de encanto y solo un paseo por ella ya merece la visita a Alcalá.
Tiene muchas curiosidades, una que me llamó mucho la atención fueron las “mirillas”. Observad la parte de arriba de los soportales en los números 13 y 32 y veréis lo que usaban los comerciantes judíos para saber quién llamaba a su puerta. Son unos agujeros cuadrados de unos 10 centímetros en el techo del soportal, es decir, en el suelo de la casa de encima y servían para ver quién llamaba y echarles las llaves para no tener que bajar a abrir.
En la calle Mayor esta la Casa Natal de Cervantes, la cual podemos visitar gratis y veremos la recreación de la vida en una casa del siglo XVI.
Seguimos nuestra visita y llegamos al Palacio Arzobispal, que fue el lugar donde se entrevistaron los Reyes Católicos con Cristóbal Colón, en el año 1486, para planear el viaje a las Indias que desembocó en el descubrimiento de América.
En este Palacio residieron temporalmente los Reyes Católicos y aquí nació su hija Catalina de Aragón (reina de Inglaterra y esposa de Enrique VIII), también aquí nació Fernando I de Habsburgo, hijo de Juana La Loca, sucesor de Carlos V.
En nuestro paseo llegamos a la Catedral de los Santos Justo y Pastor, llamada “La Magistral”, solo hay otra catedral “Magistral” en Europa, la de San Pedro en Lovaina; y es porque para poder llevar ese título todos los sacerdotes del Cabildo tenían que ser “magistri”, es decir, doctores en Teología por la Universidad de Alcalá.
Es la única catedral gótica de la Comunidad de Madrid, aquí están depositados los restos del Cardenal Cisneros y de los niños Justo y Pastor. Si queréis disfrutar de una excelente vista de toda la ciudad, subid a su torre.
En nuestro recorrido nos encontramos con muchos colegios, como el de la Compañía de Jesús, donde está la facultad de Derecho, el de las Irlandesas o el de Málaga, y también varias capillas y conventos, por cierto, que en todos sus tejados y torres hay nidos de cigüeñas, que son muy numerosas en Alcalá.
En su gastronomía nos encontramos muchos platos típicos de Castilla-La Mancha, destacando las sopas de ajo, las migas manchegas con chorizo y huevos fritos, el asado de cabrito y el de cordero.
Los dulces conventuales son muy variados, pero los más famosos son las rosquillas de Alcalá y la costrada alcalaína, que se compone de capas de hojaldre, crema pastelera y merengue.
Hay muchos restaurantes interesantes, con variados menús del día. Nos gustaron “La Seda” y “La Hostería del Estudiante”.
Por si queréis pasar una noche, dentro de ese ambiente lleno de vida, me gustan el Parador y el hotel El Bedel, a unos metros del Colegio de San Ildefonso.
En resumen, os espera una grata sorpresa para los que no conocéis esta bella ciudad tan cercana, llena de historia y de vida. Estoy seguro de que os gustará y la disfrutaréis como yo lo he hecho.
RECOMENDACIONES DE ELISEO
– Comprar unas rosquillas de Alcalá en la Pastelería Riquelme.
– Comer en la Hostería del Estudiante rodeado de historia y encanto.
– Pasear tranquilamente por la calle Mayor, cerrar los ojos y pensar que estamos en el siglo XVI.
– Visitar la Escuela de Arquitectura, en la calle Santa Úrsula.
– Imprescindible para ver todos los rincones, contratar una visita guiada.

Eliseo Gómez Bleda