Decía el escritor y autor de la célebre novela ‘Alicia en el país de las maravillas’ que “la imaginación es la única arma en la guerra contra la realidad”. Y así, el tímido escritor y matemático, escondido tras el pseudónimo de Lewis Carroll, dio vida a un sombrerero loco, una oruga fumadora o una furibunda reina de corazones, entre una larga ristra de absurdos y desternillantes personajes que tan profundamente han arraigado en el imaginario colectivo.
Del mismo modo, ante el indeseable escenario provocado por la pandemia mundial, nos hemos refugiado en nuestros hogares y, sobre todo, en nuestra mente, para lidiar con las noticias desoladoras y los futuros inciertos. Así, algunas personas han aprovechado las circunstancias para liberar su creatividad. Entre ellas, el socio del Real Casino de Murcia, FranciscoVigueras, que ha creado hermosas postales de fantasía que evocan una época de esplendor y elegancia del Casino.
“Estas postales han salido de mi imaginación, pero están adaptadas perfectamente al estilo y la época del Casino en la que se celebraban eventos como los Juegos Florales”, explica Vigueras. Se trata de montajes en los que ha utilizado estampas antiguas por las que siente especial predilección, y las ha versionado de tal modo que parecen auténticos carteles de principios de que anuncian la celebración de un distinguido y refinado baile en los fastuosos salones del edificio.
Vigueras, que ha sido comerciante y anticuario, guarda un profundo cariño por la histórica entidad. “Mi abuelo formó parte de la primera Junta Directiva y mi padre, que llegó a ser miembro del Senado, participaba en las tertulias de Congresillo y siempre me contaba historias y anécdotas de la institución”, recuerda con afecto. “Mi suegro ayudó a su tío a pintar el techo del Tocador de Señoras (se llamaba igual que el autor, José Marín Baldo), y mi hermana y otras mujeres de mi familia asistían a los Juegos Florales”, rememora.
Tras la cuarentena, Francisco Vigueras entregó copia de los carteles en Gerencia del Real Casino, y las personas que los vieron mostraron su interés y le solicitaron una copia. “Para mí es una gran satisfacción que les gusten y les agrade su contemplación”, expresa complacido.