Por Concha Alcántara.
Ser un buen retratista no es algo fácil, menos aún si se alcanza el nivel de minuciosidad que distinguen las obras de Antonio Navarro Menchón. Pero este pintor autodidacta admirador de Velázquez, Sorolla o Caravaggio busca algo más. Por eso su primera exposición en Murcia la ha titulado “Paisajes y contraluces de un retratista”. Es una declaración de intenciones: es retratista, sí, pero la excelencia de sus retratos quiere alcanzarla ahora en sus paisajes e interiores.
La exposición, que acogerá la Sala Alta del Real Casino de Murcia entre el 4 y el 29 de enero, está dividida en tres partes. Por un lado, esos retratos de gran formato que se han convertido en su especialidad; por otro lado paisajes, principalmente del mar en momentos de luz evocadora, e interiores de casas antiguas, quizás la parte más inusual y también por la que siente predilección en este momento de su carrera.
“Son interiores de casas antiguas abandonadas en las que el tiempo parece detenido. Los fines de semana ando por el monte y encuentro muchas en las que ya no habita nadie. Me gusta retratar ese ambiente y plasmar los contraluces que se crean”, explica. “Los interiores son, de alguna manera, añoranzas del pasado cercano”.
Asegura que es autodidacta, pues desde muy pequeño veía pintar a su padre y le quitaba los pinceles para emularlo. “Dice que tuvo que parar de pintar cuando empecé a andar porque iba directo a por los oleos y pinceles”. Esta es su primera exposición individual en Murcia aunque ha expuesto desde muy joven en las principales ciudades españolas con gran éxito de crítica.
Su especialidad es el retrato, campo donde sin duda destaca, aunque admite que fue casi por casualidad. El encargo del Museo Militar de La Coruña del retrato de Su Majestad el rey Felipe VI, el primero que se le hizo, le ha hecho tener tantos encargos que se ha convertido en un experto con su estilo hiperrealista, colorista y vital. Además, también realizó el último retrato de Juan Carlos I que está expuesto en el Palacio Real. “Los retratos son todos mínimo tamaño real y siempre pretendo que sean muy luminosos y naturales además de intentar captar el alma de la persona retratada. Lo fundamental del retrato es captar la personalidad, no solo una buena ejecución técnica”.
Ahora se inclina también por el paisaje, marinas en las que la luz impregna el lienzo siguiendo la estela de maestros como William Turner. “Los paisajes pretenden mostrar lo bonita y, a veces, desconocida que es Murcia, pero haciendo hincapié en las luces del amanecer y el atardecer”, señala. “Como puedes ver el tratamiento de la luz es la constante de todas los temas. Siento pasión por la luz, mejor dicho por plasmarla en mis pinturas”. Admite predilección precisamente por la luz de Sorolla, la técnica de Velázquez, la faceta de cronista de Goya, el contraluz de Caravaggio, la meticulosidad de Antonio López y, por otro lado, la soltura y el colorido del impresionismo. En “Paisajes y contraluces de un retratista” mostrará lo que ha aprendido de todos ellos en las diferentes temáticas que aúna la exposición.
“PAISAJES Y CONTRALUCES DE UN RETRATISTA”
Exposición de pintura
Antonio Navarro Menchón
4 al 29 de enero / Sala Alta