Antonio Rosa presenta su exposición de esculturas, Armonía, en el Real Casino
Entrevista por Ángela M. Torralba

La nueva exposición, Armonía, que acogerá la Sala Alta del Real Casino de Murcia del 4 al 28 de abril, ofrece una ventana hacia las últimas creaciones del artista Antonio Rosa. Surgidas durante la pandemia, algunas de las obras del escultor son el eco de un periodo de confinamiento en el que la música se convirtió en refugio para muchos.
Cada escultura, cuidadosamente moldeada y modelada, refleja la profunda conexión entre la creatividad y la melodía. A través de Armonía, el artista nos invita a sumergirnos en su universo, a explorar la sinfonía de formas como algo más que meros espectadores.
¿Qué vamos a encontrar en su nueva exposición, Armonía?
Voy a presentar mis últimas creaciones. Empecé a trabajar en el tema de esta obra en la pandemia, durante el confinamiento. En esos meses tan duros se me ocurrió la idea de hacer mi homenaje a la música, que nos acompañó tanto durante ese tiempo. Todo el material de esa temática es inédito y lo daré a conocer en la exposición en el Real Casino. También me gustaría traer obras que ya he mostrado en otras exposiciones para que la gente las conozca.
¿Qué detalles técnicos nos puede dar sobre su nueva obra?
Todos parten, en primer lugar, de un modelado. Suelo trabajar con resina o con bronce para hacer las esculturas. En cuanto al tamaño, hay algunas grandes, pero otras de dimensión más mediana. Hay que tener en cuenta que el relieve hay que saber dominarlo. Es bastante complicado aplicar este tipo de técnica a obras de gran tamaño. Pero algunas rondan alrededor del metro de altura.

¿Cómo es el proceso de creación de una nueva pieza?
En mi caso, lleva meses hacer una escultura con todo ese proceso de moldes que comentaba, el esmaltado, las pátinas… de media trabajo dos o tres meses en una sola pieza. Son muy meticulosas.
¿Cómo definiría su estilo artístico?
Ahora mismo me enmarco dentro del estilo figurativo, un poco realista.
¿Cuántos años lleva dedicándose al mundo del arte?
Unos 45 años, aunque empecé mayor. Desde muy pequeño siempre tuve una gran afición por la pintura. Fui a la escuela de artes y oficios, pasando por talleres muy variados: pintura, cerámica… Pero al final lo que realmente me enganchó fue la escultura.
Teniendo una carrera tan larga en el mundo del arte, ¿ha ido su estilo cambiando con el paso del tiempo?
No, mi estilo se ha ido manteniendo más o menos estable. Lo que sí ha ido cambiando es lo que me apetecía hacer. Por ejemplo, empecé con el modelado. Luego tuve otra etapa distinta, más constructivista, un poco conceptual, en la que utilizaba el hierro como material principal, mezclado con otros, como el mármol, haciendo composiciones. Después de esa etapa volví de nuevo al modelado.

¿Se dedica profesionalmente al mundo del arte?
No, de forma profesional no. Aunque llevo muchos años metido en este mundo. Siempre he trabajado en el sector de las artes gráficas. Los últimos veinte años antes de jubilarme los dediqué a agencias de publicidad. Este trabajo me ha restado mucho tiempo para trabajar en el arte.
Aunque no se haya dedicado profesionalmente a la escultura, tiene un currículum artístico muy amplio. ¿Cada nueva exposición le supone un nuevo reto?
En mi caso, siempre existe algo de nerviosismo al mostrar algo nuevo. En el estudio, aunque estés trabajando para ti, durante el proceso estás viendo varias obras. Una pieza no es la misma en los primeros días de empezarla que en los últimos. Estás observando varias etapas de una misma obra. Nunca se sabe al cien por cien cuándo es el momento perfecto para dar por completa o finalizada una obra, porque uno se puede pasar años puliendo detalles o añadiendo cosas nuevas. Pero en la exposición se muestra la obra cuando uno cree que está concluida para que el público la vea así. Y lo disfrute o lo sufra, según el caso.
¿Todo lo que hace actualmente es escultura?
A día de hoy sí, solo me dedico a la escultura. He tenido muchas etapas solamente de pintar. Incluso mis primeros relieves surgieron después de estar bastante tiempo pintando figuras femeninas con paisajes naturales y marinos, con estilo figurativo. Estos primeros relieves son copias de aquellas pinturas que hice.
¿Qué es lo que le ha ido motivando a sacar nuevas obras con el paso de los años?
Bueno, aunque no me he dedicado profesionalmente al mundo del arte, siempre he intentado sacar tiempo. Si trabajaba por las mañanas, me ponía a ello por las tardes. Y al contrario. Al final, el arte es una necesidad personal o espiritual que uno tiene. Y en la evolución de su vida cada cual coge un camino artístico u otro.

¿Se inspira en otros artistas para dar forma a sus obras?
Claro. En el mundo todo ya está inventado. Cada artista coge lo que le gusta y lo interpreta a su manera, o hace variaciones o aporta algo nuevo, pero en esa línea. En mi carrera han influido artistas con los que he estado aprendiendo como González Moreno, Elisa Séiquer o Dionisio Paje.
Teniendo en cuenta esto que comenta, que todo está inventado, ¿qué rasgo personal suyo hay presente en su obra?
La gente me suele decir que soy muy detallista. Pero en cuanto a rasgos personales en mi obra, pienso que es como la caligrafía, cada uno tiene los suyos.
¿Ha trabajado con otras técnicas artísticas?
Sí. Tuve etapas de pintura abstracta, por ejemplo. He hecho pintura figurativa. He expuesto también fotografía. Estos cambios se deben a que hay veces que uno se cansa de hacer siempre lo mismo y busca formas nuevas para crear. El proceso creativo cambia. Pero lo hace de forma natural.
Aunque no sea murciano de nacimiento, ¿le ha influido el panorama artístico regional?
Nací en un pueblo de Granada, La Herradura. Pero vine muy joven a Murcia. En la Región el panorama artístico es muy interesante y muy rico. Hay muchos artistas y eso se acaba notando.
¿Qué papel cree que juega el Real Casino en la vida cultural de la Región?
El Real Casino es un referente en el mundo artístico. Es una buena salida para todos los artistas que exponen aquí. Las exposiciones son muy visitadas y tienen mucha y muy buena difusión. O sea, que es un sitio muy importante para el artista.
¿Qué le gustaría que sintiesen los espectadores cuando vean su nueva exposición, Armonía, en la Sala Alta?
Solo quiero que la gente disfrute. Habrá gente con sus gustos que prefiera unas piezas a otras. Pero es un trabajo con el que finalmente uno se acaba exponiendo y solo quiere que todo esté bien.
