NICOLÁS DE MAYA RINDE HOMENAJE A LA TAUROMAQUIA CON UNA EXPOSICIÓN POLIÉDRICA EN EL REAL CASINO DE MURCIA TITULADA ‘T DE TAURUS’
Por Elena García.
Nicolás de Maya es un explorador. Su trabajo consiste en encontrar ideas, deconstruirlas, fragmentarlas, comprenderlas y alcanzar su núcleo más puro. Todo para poder expresarlas y transmitirlas a los demás. Un proceso creativo en el que se deja la piel y el alma. “Persigo el concepto, la esencia, ahí está la emoción”. En la exposición ‘T de Taurus’ que trae al Real Casino, coincidiendo con la Feria de Murcia, y que ha sido alentada y comisariada por Miguel Olmos, este ‘artista total’ -como lo han definido en alguna ocasión- nos desvela su visión de la fiesta taurina, con el objetivo de emocionar y hacer sentir al espectador.
“El toreo es la lucha del ser humano contra sus propios miedos. Es fuerza y valentía.” Gran aficionado y apasionado defensor de la tauromaquia, de Maya está convencido de que el artista debe amar y conocer lo que quiere transmitir. “El arte hay que entenderlo como una puerta al desconocimiento, a mirar más allá”, explica. “El toro es un símbolo, posee unos valores que admiro, y que me han hecho crecer como persona. En esta muestra voy a descomponer al toro, lo voy a representar desde una nueva dimensión”. Para ello jugará con formas geométricas y mostrará, además de pintura, esculturas, objetos e instalaciones.
Nicolás de Maya manifestó desde pequeño habilidad y destreza con los pinceles. Ese talento, acompañado de trabajo, constancia y disciplina, es lo que le ha llevado al éxito. “El éxito no es el dinero. Es algo más personal. Siento que me estoy haciendo grande, que estoy creciendo como persona. Eso es lo que me aporta esta profesión”, asegura.
“El toreo es la lucha del ser humano contra sus propios miedos. Es fuerza y valentía”
Tras finalizar Diseño Industrial en Madrid, quedando entre los primeros de su promoción, le ofrecieron un empleo, pero lo rechazó para apostar por su sueño: la pintura. “Solo quería justificar unos estudios a mis padres, pero siempre quise ser pintor”. Desde entonces Nicolás de Maya ha realizado decenas de exposiciones y recibido numerosos galardones y reconocimientos. “Hubo una época en la que logré mucha popularidad en Murcia. Mis exposiciones eran muy exitosas, el primer día de la muestra estaba todo vendido”, recuerda.
Sin embargo, decidió romper con todo y se fue a México. Quería desarrollar su trabajo libre de etiquetas y encontrar un nuevo lenguaje. “Hice lo que me dio la gana y funcionó”, comenta. Y consiguió en tan solo unos años la misma fama, o quizás más, de la que había logrado en su propia tierra. “Cuando llegué a México en 2001 era un país donde todo estaba por hacer. Vi un sinfín de oportunidades. En Guadalajara me integré con la sociedad, conocí a muchos artistas, y la gente me arropó muy bien. Ahora, cuando llego a allí, hablo hasta con su mismo acento y no se nota que soy de fuera”, relata.
La crisis no le fue ajena y sintió con fuerza la caída de demanda de arte. La recuperación, asegura, aún no ha rozado a los artistas, que hacen -lamenta el pintor- numerosas acciones altruistas para no perder visibilidad. “No entiendo cómo resisten las galerías”, declara. “El arte es un bien emocional, es muy difícil ponerle precio a la emoción de contemplar una obra. Muchos consideran que el arte es caro, pero hay que entender que un pintor necesita un proceso de toda una vida de aprendizaje. Mucha gente no comprende la inversión de trabajo, tiempo y talento que requieren las buenas obras”.
«El artista debe buscar su propio mensaje, y ahí estoy yo, en esa eterna búsqueda”
En nuestro país, opina de Maya, no se apoya ni se fomenta con fuerza la cultura. “En España se apostó por el deporte y conseguimos muchas medallas olímpicas. Si se apostara por la cultura habría mucha más demanda”. Considera que si los niños crecieran con educación artística forjarían un espíritu crítico y, aunque no tuvieran talento, de mayores podrían valorar el arte.
Para este pintor polifacético, ser artista es sumergirse en un mundo de soledades. “Tienes que luchar contra tu propio yo. Sacar cada día lo mejor de ti. El artista debe buscar su propio mensaje, y ahí estoy yo, en esa eterna búsqueda”. Su estilo hiperrealista y figurativo ha ido evolucionando y ha desarrollado otras facetas, como la escultura, las videoinstalaciones o las intervenciones artísticas. La muestra que trae hasta el Real Casino estará compuesta de diferentes elementos, aunque prima la pintura.
Nicolás de Maya, tiene un sueño por cumplir: “hacer una magna exposición en mi tierra”. “No una retrospectiva, porque aún espero vivir muchos años y dar mucha caña, pero me haría ilusión que en Murcia se viera la dimensión de artista que nunca he mostrado aquí”. Aunque ese sueño tarde en llegar, en el Real Casino podremos vislumbrar, gracias a la muestra ‘T de Taurus’, su talento y su amor por una fiesta profundamente arraigada en nuestras tradiciones.