Estimados amigos:
Ha comenzado un nuevo año y con ello se renuevan nuestras esperanzas de construir un mundo mejor para todos. Atrás quedan nuestros fracasos y decepciones, los momentos tristes y los difíciles, pero también nuestros éxitos, logros y alegrías. Todo ello, lo bueno y lo malo, constituye el tesoro de la vivencia, esa experiencia personal y única en la que deben asentarse los pasos que demos en el futuro. Volveremos a tener éxitos y fracasos, alegrías y penas, pero los éxitos serán más acertados y las penas más llevaderas si los vivimos con la luz que nos brinda la experiencia, que eso y no otra cosa es la prudencia.
Pero no debemos confundir prudencia con inmovilismo, pues al igual que lo malo es remediable lo bueno siempre es mejorable.
Y eso es lo que vamos a poner en práctica en nuestra casa, en la individual y en la común. El Real Casino de Murcia seguirá progresando tras ciento setenta y cinco años de historia. Y seguirá haciéndolo en la dirección correcta, aquella que le ha llevado a convertirse en una institución única y apreciada por todo el mundo, una institución que forma parte indiscutida de la memoria colectiva de los murcianos.
Os invito a vivir juntos los tiempos que se avecinan, los buenos y los adversos, que de todo habrá, y a sentirnos luego orgullosos de nuestra casa como nos sentimos todos en este momento.