Huellas de nuestro pasado, por Joaquín Pérez Egea

Hoy recibimos con agrado en “Huellas de nuestro pasado” a Carlos Espí Forcén, Profesor Titular de Historia del Arte de la Universidad de Murcia, investigador, experto en arte antiguo y medieval y buen amigo.
¿Cuáles son las expresiones artísticas visigodas más valiosas?
En los concilios de la Alta Edad Media hay constancia de sedes episcopales en Cartagena, Lorca, Begastri (Cehegín) y Elo (Minateda, Hellín), estas dos últimas muy relevantes cuando quedaron en zona fronteriza tras la invasión bizantina del siglo VI, sirvieron de bastión de contención contra las diócesis bizantinas de Cartagena y Elche. En Minateda son visitables los restos de una importante basílica y es muy posible que hubiera otra en Begastri que aparezca en futuras excavaciones.
¿Qué se puede visitar en la región de este periodo?
En el yacimiento de Begastri podemos ver las imponentes murallas y en el museo arqueológico de Cehegín, capiteles, fragmentos de sarcófagos, monedas y otros elementos visigodos. Es notable la Cruz de Cehegín, que debió formar parte de la decoración de la basílica, pero que permanece en manos privadas. También se ha encontrado un sarcófago visigodo en el yacimiento de Villaricos, cerca de Mula, que hoy se puede visitar en el Museo de la Ciudad de Mula junto con otros materiales de la época procedentes del yacimiento de La Almagra. En Algezares está la basílica de tres naves con baptisterio del Llano del Olivar, construida de nueva planta en el siglo VII, cuyos restos se exponen en el Museo Arqueológico de Murcia.
“Es notable la Cruz de Cehegín, que debió formar parte de la decoración de la basílica”
Tras el Pacto de Tudmir se impone el dominio musulmán.
Es curioso que en este 1200 aniversario de Murcia se está celebrando más la reconquista de Alfonso X, en el siglo XIII, que la fundación de la ciudad por Abderramán II, en el IX, como capital de una amplia cora en el sureste. Hay muy pocos restos de época omeya, los que pueden existir están en estratos inferiores del subsuelo y no se han podido excavar. Casi todo lo que conocemos de la Murcia musulmana es del siglo XII, época de esplendor de Ibn Mardanís, y del XIII. En el centro de interpretación de Madina Mursiyya, en Santa Eulalia, hay enterramientos intramuros de la muralla mardanisí, lo que indica que hubo una muralla de época anterior, ya que las necrópolis estaban extramuros. Es muy posible que muchas de las alcazabas del territorio murciano tengan su origen en primer periodo islámico, del que no quedan muchos restos porque han tenido sucesivas fases constructivas y han sido reutilizadas.

¿Cuáles son los principales elementos artísticos islámicos de los siglos XII y XIII?
En Murcia se conservan baños en la C/ San Antonio y en la C/ San Lorenzo y una casa en el Bulevar Adarve, todos ellos en sótanos privados o comerciales. En áreas musealizadas se pueden visitar el oratorio del Alcázar Mayor bajo la iglesia de San Juan de Dios, el Castillejo en Monteagudo, hoy recuperado y acondicionado, la necrópolis de Madina Mursiya en Santa Eulalia y en Santa Clara la Real los restos del primer palacio mardanisí, con los famosos frescos de la qubba y de la flautista, sobre el que se erigió un segundo palacio en el siglo XIII por la dinastía de Ibn Hud, con su gran alberca. También son de esta época la mayor parte de los tramos de muralla conocidos, que pueden verse en diferentes partes y locales de la ciudad. En Lorca se han excavado restos con arcos polilobulados en Ntra. Sra. de la Huertas, en Cieza está el poblado de Siyasa y en Mula y Cehegín hay una interesante arqueología islámica, así como restos de fortalezas.
“Alfonso X debió encontrar en Murcia una ciudad muy rica en patrimonio”
¿Qué cambios se produjeron tras la conquista cristiana?
Alfonso X debió encontrar en Murcia una ciudad muy rica en patrimonio y, en principio, no se planteó nuevas construcciones, más cuando la mayoría de la población seguía siendo musulmana. La rebelión mudéjar y la toma militar de la ciudad por Jaime I en 1266 cambiaron la situación, los cristianos fueron ocupando los barrios intramuros, la mezquita mayor de Murcia fue consagrada a Santa María como catedral y paulatinamente las mezquitas se transformaron en iglesias cristianas. La parroquia de S. Pedro es un buen ejemplo, con su torre desviada de la obra de la iglesia, por lo que se piensa que era el minarete de la anterior mezquita.
Más tarde comienzan a edificarse monumentos católicos.
A comienzos del siglo XIV se empiezan a construir alrededor de la mezquita-catedral capillas mortuorias y el claustro en estilo gótico tardío, propio de la época. Ante la falta de una tradición artística local y aprovechando la presencia de una comunidad de genoveses en la calle Trapería, el adelantado del reino, de la familia Manuel, y el alcalde mayor de la ciudad, de la familia Oller, encargan sendos retablos italianos para sus capillas, realizados por Bernabé de Módena y dedicados a la Virgen de la Leche y a Santa Lucía, que pueden verse en el museo de la catedral. Como curiosidad, incorporan retratos de sus donantes, a partir de modelos pintados en Murcia y enviados a Génova con ese fin. Estos retablos son una joya del arte italiano del trecento y es una auténtica maravilla que hayan llegado a nuestros días.

¿Cuándo se construyeron las naves de la catedral?
Las obras comenzaron a finales del siglo XIV y la catedral fue consagrada en 1467. Se trata de una construcción del siglo XV en estilo gótico levantino, sin mucha altura ni grandes vidrieras, ya que la estabilidad del edificio quedaba garantizada por los gruesos muros y los arbotantes se reducen a la mínima expresión. La puerta de Los Apóstoles es la única en estilo gótico con arco apuntado, gablete superior y las esculturas de los apóstoles en los laterales. La Capilla de los Vélez es una joya de la arquitectura castellana, en estilo gótico flamígero de finales del XV, su obra la inició Juan Chacón, mayordomo de Isabel la Católica, pero se quedó sin concluir porque su hijo, el primer marqués de los Vélez, prefirió construir un palacio renacentista en Vélez Rubio. Lo más llamativo de esta capilla son las cadenas exteriores, que han dado lugar a imaginativas leyendas, y los salvajes que jalonan el escudo nobiliario, copiados una y otra vez en los palacios nobiliarios de la ciudad de Murcia.
¿Por qué hay tan poco arte gótico en Murcia?
Las parroquias bajomedievales murcianas debieron tener, en muchos casos, obra gótica en sustitución de las mezquitas islámicas, pero fueron derribadas en el siglo XVIII para la construcción de parroquias en el típico estilo barroco de la Contrarreforma. En cierto modo, el siglo XVIII se considera una época dorada en Murcia tras haber apoyado a los Borbones frente a los Austrias y por la pujanza de la industria de la seda; se construyó mucho, pero también se decidió derruir los templos medievales y renacentistas para sustituirlos por otros de estilo barroco, que son los que podemos ver hoy, también derribaron el imafronte renacentista de la catedral para levantar el que vemos hoy. La situación fue diversa en Orihuela, ya que pertenecía a la Corona de Aragón y apoyaron a los Austrias, por lo que “afortunadamente” no destruyeron sus iglesias medievales y renacentistas para construir iglesias barrocas.
“No tenemos respeto por el patrimonio y tendemos a construir derribando lo ya edificado”
¿Cuáles son los principales monumentos góticos del Reino de Murcia?
En realidad, los especialistas no hablamos de gótico o renacimiento porque son términos resbaladizos e inexactos, pero en Murcia tenemos otro monumento del siglo XV que podría ser considerado “tardogótico”: el claustro de Santa Clara la Real, donde se conserva una arquería de estilo isabelino influido por el último gótico flamígero. También hay restos monumentales de este estilo en la iglesia de Santiago de Villena, en su día parte del Reino de Murcia, con columnas espirales similares a las de la Lonja de Valencia. Conservamos mucha arquitectura medieval en Lorca, como las torres Alfonsina y del Espolón en el castillo, y, quizás lo más interesante, la judería y su sinagoga, un conjunto artístico único; en el Museo Arqueológico de Lorca, podemos ver el precioso hejal polilobulado de la sinagoga, una hornacina para colocar los rollos de la Torah, así como las lámparas originales que la iluminaron, una auténtica joya del patrimonio regional.

¿Qué otras cosas medievales pueden ver nuestros lectores en museos regionales?
Además de los retablos de Bernabé de Módena, en el museo de la catedral, podemos ver el retablo de San Miguel de estilo gótico valenciano, conocido también como de Puxmarín porque lo encargó un canónigo apellidado así a finales del siglo XV. Es un retablo pictórico de grandes dimensiones con una iconografía muy interesante del cielo, el purgatorio y el infierno. Si estirásemos la Baja Edad Media hasta principios del siglo XVI, podríamos citar el retablo de la iglesia Santiago de Murcia, probablemente la única iglesia medieval que el barroco dejó en pie en la ciudad, pero que resultó lamentablemente incendiada en la guerra civil, así que la que vemos hoy es una reconstrucción de época franquista. Afortunadamente, parte del retablo se salvó del incendio y hoy se puede ver en el Museo de Bellas Artes de Murcia. Es un retablo que recoge la tradición pictórica del siglo XV con varias imágenes que cuentan la historia de Santiago.
¿No hemos conservado bien nuestro patrimonio artístico?
A diferencia de lo que ocurre en otros países europeos como Italia, en España, y particularmente en Murcia, no tenemos respeto por el patrimonio y tendemos a construir derribando lo ya edificado, en el estilo de la época y sin seguir normas de conservación ni de tradición arquitectónica, lo que duele en el alma.

Profesor titular de Arte Antiguo y Medieval de la Universidad de Murcia. Premio Extraordinario y Premio Nacional de Fin de Carrera. Fue becario predoctoral en la UMU y postdoctoral en la Universidad Johns Hopkins de Baltimore y el Instituto de Historia del Arte Alemán de Florencia. Sus investigaciones han versado sobre iconografía medieval, pero en la actualidad trabaja sobre arte ibérico, griego y romano. Es director del congreso anual “Arte y Arqueología del Mundo Antiguo” y acaba de comisariar una exposición en el Museo Arqueológico de Murcia y otra en el Museo de Arte Ibérico El Cigarralejo de Mula.

