La diócesis de Cartagena en la Edad Media

Huellas de nuestro pasado, por Joaquín Pérez Egea

Capilla de los Vélez. Catedral de Murcia.

Nos hemos desplazado hasta Orihuela para entrevistar en “Huellas de nuestro pasado” a María José Cañizares Gómez, profesora de Historia Medieval de la Universidad de Alicante, experta en lo concerniente a la diócesis medieval de Cartagena y al pleito episcopal entre las coronas de Castilla y Aragón por la diócesis de Orihuela.

¿Qué sabemos de la diócesis de Carthago Nova en época romana?

Hay leyendas míticas que la consideran la primera diócesis de la península ibérica, fundada en el siglo I por el apóstol Santiago o por San Pablo, pero sin evidencias documentales ni arqueológicas. Los primeros testimonios son de principios del siglo IV y desde entonces aparece constantemente en la documentación romana, bizantina y visigoda. Tras la conquista musulmana, la diócesis perdió su función y acabó desapareciendo.

¿Cuándo se restauró la diócesis?

En 1247 el infante Alfonso de Castilla solicitó al Vaticano la restauración, en 1250 se confirmó, mediante la bula Spiritus Exultante del papa Inocencio IV, y al año siguiente se nombró a Pedro Gallego, confesor del infante, como primer obispo de Cartagena. Se estableció como diócesis exenta, en dependencia directa de Roma, y sus límites territoriales coincidieron con los del reino: al oeste hasta La Roda y Albacete, al norte hasta Biar, según el Tratado de Almizra, y al sur hasta los dominios granadinos.

“La diócesis empieza a ejercer, casi sin fieles, en las ciudades que no aceptaron el Tratado de Alcaraz”

Inicialmente era una diócesis sin fieles.

El primer intento de cristianización fue el envío al Reino de Murcia, todavía musulmán, bajo protectorado castellano, de clérigos misioneros, que no tuvieron ningún éxito. La diócesis empieza a ejercer en las ciudades que no aceptaron el Tratado de Alcaraz y fueron tomadas a los musulmanes por la fuerza (Cartagena, Lorca, Mula y probablemente Orihuela y Alicante), donde se plantearon tímidos procesos de repoblación. Después se produjo la rebelión mudéjar, la conquista del Reino de Murcia por Jaime I en 1266 y su entrega a Alfonso X, lo que supuso la cristianización del territorio.

¿Cómo se desarrolló el proceso de traslado de la sede episcopal a Murcia?

Hasta su muerte en 1267, el obispo Gallego vivió en Cartagena, por entonces una pequeña ciudad, sin su antiguo esplendor, víctima de la piratería, insalubre, con problemas de repoblación y totalmente aislada de los centros de poder, lo que propició los intentos de sus sucesores de trasladar la sede episcopal a Murcia. En esa época los traslados de sede y la creación de concatedrales con dos sedes eran prácticas frecuentes. En 1279, el obispo Diego Martínez Magaz ya residía en Murcia y elevó una petición de traslado a la Santa Sede, a la que no encontró respuesta.

Símbolos de la Corona de Aragón en la catedral de Orihuela.

¿Se llegó a formalizar el cambio de sede?

He podido leer en el archivo vaticano un documento de la Santa Sede, fechado en 1289, en el que se acordó enviar dos compromisarios a evaluar los motivos por los que se solicitaba el traslado y las consecuencias de concederlo o no y no hay más documentos en el Vaticano que hagan referencia a este hecho. Sí se conservan dos cartas fechadas en 1291, una del obispo Magaz, dirigida al rey Sancho IV, en la que le informa, posiblemente ocultándole parte de la verdad, de que todo este asunto estaba solucionado, y otra del rey al Concejo de la ciudad de Murcia, con la que deseaba amigarse, notificándole que la sede episcopal se ubicaba ya en Murcia.

¿No hubo cambios después de 1291?

He encontrado un documento suscrito por Jaime II de Aragón, en 1298, después de la invasión aragonesa del Reino de Murcia, en el que vuelve a hacer una petición al papado de traslado de sede. De acuerdo a los resultados de mi investigación, no se conoce actualmente ningún documento que autorice o confirme el traslado de sede episcopal de Cartagena a Murcia.

El Tratado de Torrellas-Elche convirtió la diócesis en internacional.

Sí, la diócesis mantuvo sus límites territoriales, incluyendo el Reino de Murcia, reincorporado a la Corona de Castilla y la gobernación de Orihuela, que había pasado a formar parte de la Corona de Aragón. Jaime II fue consciente de que esta situación de dominio político y social, pero no religioso, generaría problemas jurisdiccionales y de competencias en la frontera sur de su reino, como así ocurrió durante dos siglos y medio. Todos los edificios religiosos de la gobernación se adornaron con simbología aragonesa y, en menor medida, los del Reino de Murcia con símbolos castellanos.

“En 1492, el papa Borgia convirtió a Valencia en sede metropolitana y a Cartagena en sufragánea”

¿Pidió Aragón una diócesis para Orihuela?

Desde 1281 la parroquia de San Salvador era un arciprestazgo, dentro de la diócesis de Cartagena. En 1317, como era más factible la restitución de diócesis romanas que la creación de nuevas, el rey de Aragón solicitó varias restituciones, entre ellas la de Xàtiva, antigua Saetatis, que no fue concedida por la Santa Sede. A partir de entonces se estableció una línea común de peticiones para que la gobernación de Orihuela se separe de la diócesis, que se agudizó tras la guerra de los dos Pedros, con un gasto impresionante en diplomacia y en embajadas al rey y directamente al papa, al ser Cartagena diócesis exenta

¿Cómo evolucionó el conflicto en el siglo XV?

En 1413, Benedicto XIII, el papa Luna, concede a San Salvador el rango de colegiata, privilegio que anuló Martín V tras el final del Cisma de Occidente. Después hubo una intensa disputa diplomática entre los obispos de Cartagena y los monarcas de Aragón, que acabó con la confirmación de la colegiata en 1427 de forma definitiva. En 1441 el concilio cismático de Basilea concede a Alfonso V de Aragón la diócesis, que fue revocada el año siguiente por el papa Eugenio IV. En 1492 el papa Borgia, Alejandro VI, convirtió a Valencia en sede metropolitana y a Cartagena en sufragánea, lo que estableció un intermediario territorial, que facilitó las gestiones.

Símbolos de la Corona de Castilla en la catedral de Murcia.

En el siglo XVI Orihuela logró la sede episcopal.

En 1510 se creó la nueva diócesis, pero se decretó su unión canónica sub uno pastore, con el obispo Fernández de Angulo como titular de ambas sedes, fórmula que fracasó en 1518, al oponerse el cabildo de Cartagena. Carlos I tampoco favoreció las demandas de Orihuela, tras su posicionamiento a favor de las germanías. Bajo el reinado de Felipe II, el papa Pio IV aprobó finalmente la división de la diócesis en 1564, en un contexto de cambios episcopales, por motivos doctrinales y de evangelización de los moriscos, ajenos a todas las reivindicaciones y propuestas anteriores.

“La joya de la corona es el Colegio de Santo Domingo, que fue Universidad Pontificia desde el siglo XVI”

¿Qué deberían visitar nuestros lectores en Orihuela?

La riqueza patrimonial es impresionante. La Iglesia de Santiago, con los sellos de los Reyes Católicos, la Iglesia de las santas Justa y Rufina y la catedral, con una estructura propia del gótico mediterráneo y superposición de estilos. La joya de la corona es el Colegio de Santo Domingo, que fue Universidad Pontificia desde el siglo XVI y Regia desde el XVII, conocido como el Escorial de la Comunidad Valenciana, con sus dos claustros y su espectacular templo barroco, con decoración manierista y rococó. También el pasado literario, con la casa y el centro de interpretación de Miguel Hernández.

¿Un último comentario?

Murcia y Orihuela están tan cerca que pueden verse desde sus campanarios, pero, por motivos políticos y religiosos, han vivido de espaldas durante los últimos siete siglos.

Joaquín Pérez Egea
Joaquín Pérez Egea

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