Historia, patrimonio, mansiones, grandes lagos rodeados de verdes llanuras y los Beatles
VIAJES. Por Eliseo G. Bleda.
Comenzamos nuestra ruta partiendo de Londres. Nos dirigimos al Condado de Yorkshire y más concretamente a su capital, la “romana” York, ciudad fortaleza con 2000 años de historia que fue capital de la Britania romana. Tuvo mucha relación con ella Constantino el Grande y desde esta ciudad Séptimo Severo gobernó todo el Imperio Romano durante dos años.
Se trata de una bonita ciudad medieval, muy turística y agradable de pasear, aunque también muy lluviosa, como toda Inglaterra. Nos perdemos recorriendo sus calles y admirando sus casas estilo Tudor, que surgen en Inglaterra en el siglo XVI, a partir de los modelos de las casas campestres. No podemos dejar de visitar la calle más célebre de York, The Shambles, la calle medieval más antigua de Inglaterra. Tiene su origen en el siglo XI y en ella se ha realizado alguna película de Harry Potter, inexcusable un paseo relajado por ella.
Sin duda la joya de esta ciudad es la famosa catedral, su construcción comenzó en el año 1220. De estilo gótico y grandes dimensiones, es la segunda catedral gótica más grande del norte de Europa, después de la de Colonia. Como curiosidad, detrás del altar mayor se sitúa “la Gran Ventana del Este” que es la vidriera más grande del mundo, tiene las dimensiones de una pista de tenis.
LA CATEDRAL DE YORK ES LA SEGUNDA CATEDRAL GÓTICA MÁS GRANDE DEL NORTE DE EUROPA, DESPUÉS DE LA DE COLONIA
Pero los turistas miedosos no deben visitar esta ciudad, pues dicen que está encantada. Se cuenta que en las antiguas casas medievales y a lo largo de sus callejones y pasadizos se encuentran escondidos fantasmas de hombres, mujeres y niños. Una de sus famosas historias es la de los “legionarios romanos de la Treasurer´s House”: un fontanero tuvo una aparición en la bodega de la casa, una legión romana entera atravesó la pared, cruzo la habitación y desapareció de nuevo por el muro. La casa está ubicada encima de una calzada romana.
Otra visita interesante es el National Railway Museum, donde veremos locomotoras mundialmente famosas.
Continuamos nuestro camino para visitar uno de los sitios que me parecieron más espectaculares: la Abadía de Fountains. Situada a unos 50 km al oeste de York, fue declarada, junto con el Parque Real de Studley, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1986.
La abadía benedictina se fundó tras una pelea entre los monjes de la abadía de Santa María en York. Trece monjes fueron expulsados y bajo la protección del arzobispo de la ciudad, que les cedió una parcela, construyeron su propio monasterio. En la visita debemos de tomarnos unas tres horas, ya que es un placer recorrer sus grandes extensiones de jardines.
Nos dirigimos ahora al lago Windermere, el más grande de Inglaterra. Desde el año 1847 es uno de los sitios más populares del país para ir de vacaciones a sus casas de veraneo, gracias al ramal del ferrocarril que se construyó entre Manchester y Windermere. Tiene 18 islas y varios barcos hacen travesías muy agradables por el lago, existiendo en sus orillas muchas mansiones señoriales.
Caminamos ahora hacia el sur para llegar a nuestro próximo destino: la ciudad de Liverpool. Llamada “Ciudad mercantil marítima de Liverpool”, en el siglo XVIII tuvo un gran crecimiento debido al comercio con la Europa continental, las Indias Occidentales y el tráfico de esclavos. A principios del siglo XIX, el 40% del tráfico marítimo mundial pasaba por Liverpool.
Cuando llegamos a la ciudad y paseamos por sus calles observamos que los dos emblemas más importantes son The Beatles y el equipo de futbol del Liverpool. En muchísimas tiendas encontraremos recuerdos de esos dos temas. Liverpool es una ciudad para pasear; casi todo su centro es peatonal y la zona de visita de los turistas se puede hacer toda a pie. La catedral Anglicana no es una catedral de las que estamos acostumbrados a ver. Es de muy reciente construcción (año 1978) aunque parece antigua, pero nos sorprenderá por sus visitas teatralizadas, su enorme tienda de souvenirs, su cafetería y su restaurante, donde podemos tomar el menú del día.
Me gustó especialmente la zona del puerto, el Albert Dock, el muelle en sí es una atracción, tiene unas bonitas vistas de la ciudad y está lleno de restaurantes, cafés, pubs y museos como la Tate Liverpool, el Museo Internacional de la Esclavitud y el Beatles Story.
TOMARSE UNA CERVEZA EN THE CAVERN, SANTUARIO DE LOS BEATLES, JUSTIFICA POR SÍ SOLO EL VIAJE
Mención especial merece la calle Mathew, situada en el centro de la ciudad. Es una calle pequeña, pero es la calle Beatle por excelencia. En ella se concentraba todo el ambiente beat de la época y sigue siendo donde encontraremos más sitios que nos recuerden al cuarteto.
En Lennon´s Bar, Abbey Road Pub, The Grapess, etc., pero sobre todo en The Cavern -que fue el lugar de nacimiento de los Beatles- podremos escuchar música en directo desde las 12 de la mañana hasta las 12 de la noche, recordando la música de los Beatles. Tomarse un cerveza en ese santuario, justifica por sí solo el viaje.
A tan solo 30 kilómetros de Liverpool se encuentra Chester, una ciudad amurallada, de las mejor conservadas de Inglaterra y con un importante pasado romano. Fue fundada en el año 70, en tiempos del emperador Vespasiano. Su ubicación la convierte en un importante nudo de comunicaciones, ya que está entre Liverpool, Manchester y Gales.
Me encantó la catedral, de arquitectura normanda. Su exterior está construido con ladrillos de color marrón; el claustro cuenta con un precioso patio interior y enormes y bellas vidrieras.
Otra cosa curiosa es que las calles del centro de Chester, con sus bonitas casas medievales, tienen una especie de soportales, llamados the Rows, a la altura de un primer piso, llenas de galerías comerciales y tiendecitas. Pasear por ellas es como volver al pasado, además de resguardarte de la lluvia, como me paso a mí.
La mejor época para ir al Norte de Inglaterra, son los meses de mayo, junio y septiembre, aunque siempre podremos pasar frío y nos podrá llover.
Las comidas típicas de esta zona son: tarta de melaza, que se sirve rellena de nata o crema, el sabroso queso Wensleidale, las salchichas Cumberland enrolladas, la tarta Yorkshire curd y el famoso pudding de Yorkshire, que está compuesto por unas obleas redondas, que se hacen con harina, agua y huevos y luego se rellenan de verduras o carne.
Un viaje muy interesante en el que se mezcla naturaleza y pueblos y ciudades llenos de historia, además de volver a la década de los 60, con los Beatles.
Espero que hagáis este viaje y os guste tanto como a mí.
RECOMENDACIONES DE ELISEO
YORK:
– Hoteles: York Marriot y The Grand Hotel & Spa
– Restaurantes: Skosh y Countess of York
– Pasear por la calle The Shambles y volver al pasado
LIVERPOOL:
– Hoteles: Signature Living y The Shankly Hotel
– Restaurantes: Cowshed y Grilla
– Tomar una cerveza en The Cavern (Beatles)