FERNANDO DÍAZ DE MENDOZA

MESA DE CAMILLA. Por Paco López Mengual.
Fue tras la muerte de Fernando Fernán Gómez cuando se desveló el secreto de que sus orígenes eran murcianos. Nacido de madre soltera, siempre había ocultado la identidad de su padre, que resultó ser el hijo de la actriz María Guerrero y el aristócrata murciano Fernando Díaz de Mendoza.

Fernando Díaz de Mendoza.

Fernando Díaz de Mendoza había nacido muy cerca del Teatro Romea, en el palacete Fontanar, a escasos metros del arco de Santo Domingo. Marqués de San Mamés y de Fontanar, conde de Balazote y de Lalaing, tras una juventud ociosa en Murcia, dedicada a cacerías y bailes, se trasladó a Madrid.

En la capital, el joven comenzó a relacionarse en los círculos de la alta sociedad. Fue allí, durante una reunión de té, cuando la viuda del general Serrano, le propuso participar en una obrita de teatro que se iba a representar ante un pequeño grupo de la nobleza madrileña, en un teatrillo que había construido en su propia vivienda. Era la primera vez que actuaba. La interpretación de Díaz de Mendoza dejó boquiabierto al grupo de espectadores. La noticia corrió como la pólvora entre la aristocracia, hasta el punto que tuvieron que repetir la función en numerosas ocasiones, a las que incluso acudieron personalidades como la escritora Pardo Bazán o el que fuera Presidente de la Primera República, Emilio Castelar.

Pronto, el prometedor actor anunció su matrimonio con Ventura, compañera de reparto en la obra e hija del general Serrano. El enlace fue efímero, pues la joven falleció solo dos años después de la boda. A partir de entonces, fueron varias las compañías que reclamaban su presencia, comenzando a crecer su prestigio como artista. Las elogiosas críticas a su trabajo se sucedían en los periódicos; enseguida se convirtió en cabeza de cartel de las obras en las que actuaba. Fueron varias las ocasiones en las que el público, emocionado y puesto en pie, ovacionó al actor que se veía obligado a interrumpir la representación para agradecer los aplausos. Pronto sería considerado por todos como el mejor actor del país.


En 1894, la gran María Guerrero y Fernando Díaz coinciden como primera actriz y primer actor en el Teatro Español. El encuentro daría como fruto su unión familiar y, también, profesional, al crear la más grande y exitosa Compañía teatral que jamás haya tenido España: la María Guerrero-Díaz de Mendoza.


Nunca olvidó Murcia. Él y su esposa actuaron en la reinauguración de Romea, tras su segundo incendio


Fernando Díaz y María Guerrero.

La Compañía representaba más de doscientas funciones al año, en salas de España, América y Europa. En Buenos Aires, el matrimonio representó durante dieciséis días seguidos, dieciséis obras diferentes, colocando Argentina a sus pies. En pocos años se convertirían en multimillonarios, dueños de teatros en varias ciudades del mundo.

Díaz de Mendoza nunca olvidó Murcia. Él y su esposa actuaron en la reinauguración de Romea, tras su segundo incendio. Para la ocasión, regaló el magnífico telón principal del teatro, el que aún luce en la actualidad.

Fernando, el hijo mayor del matrimonio y también actor, se enamoró perdidamente de una de las actrices de la Compañía, Carlota Fernán Gómez. Pero la dominante María Guerrero, desaprobó de manera tajante la relación. Aprovechando una gira programada por América, embarcó a la muchacha y separó así a la pareja, colocando un océano entre ellos. Pero ya era tarde, Carlota estaba embarazada. El niño, al que puso de nombre Fernando, como su padre, nació en Lima. La familia jamás reconoció a aquel hijo como miembro, ni tuvo relación alguna con él. Tras la muerte de la Guerrero, su hijo pidió el matrimonio a Carlota; entonces fue ella quien lo rechazó. El pequeño Fernando, quien con el tiempo sería el gran actor, director y literato, no heredó ni los títulos nobiliarios ni el enorme patrimonio de sus abuelos, pero sin duda fue el heredero de sus enormes talentos.

De haber sido reconocido por la familia, Fernán Gómez se hubiese llamado Fernando Díaz de Mendoza y Guerrero y lo hubiésemos visto a menudo pasear su genio por las calles de Murcia y fotografiarse junto al arco de Santo Domingo, donde hundían sus raíces.


Paco López Mengual.

4 comentarios en «FERNANDO DÍAZ DE MENDOZA»
  1. Sí, que suegra tan encantadora, de serpientes, malvada bruja, la que resultó ser la abuela del Sr Fernando Fernán Gómez. Interesante artículo Sr López Mengual, Paco. Un saludo

  2. Gracias paco cuanto nos enseñas con tus narraciones, eres un gran tesoro para los que te conocemos, orgullosa de ser tu amiga, RESURE

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